Tu breve correo del domingo pasado no tiene desperdicio, mi enhorabuena por ello. Permíteme que profundice en alguno de los puntos que con tanta gracia y delicadeza tocas en él; confió en no dejarme nada en el tintero.

 

En primer lugar, la pregunta primera que se me viene a la cabeza después de leer lo que nos expones es: ¿tú sabes leer?. No es broma, la pregunta va en serio. Y cuando digo ´leer´ me refiero no solo a pasar los ojos sobre las letras sino a comprender lo que la agrupación de las mismas quiere expresar, lo que incluye un mínimo leer entrelineas. Si la respuesta es ‘NO’, vale, acepto tus disculpas cuando me las des y la próxima vez no te metas en camisa de once varas por favor, porque resultas harto desagradable. Si le respuesta es ‘SI’, tengo otra pregunta: ¿Cómo se puede ser tan cándido como para hacer semejantes aseveraciones y esperar que alguien se las crea?. ´Vuestra pagina no expone mas que resentimiento y un sentimiento de frustración…’; ‘vuestra pagina es solo una critica y en ningún momento cuenta experiencias propias sobre como Dios no se encuentra solo en el opus dei….’. Tu pretendes que alguien se crea que tus pupilas se han posado aunque sea por equivocación sobre alguno de los escritos de (por ejemplo…) Carmen Charo, Jacinto Choza, Aquilina, José Carlos, Satur, ….. en fin, larga lista de nombres, los míos también, por cierto (Isabel Nath). Porque tu correo va dirigido obviamente a los que con mayor o menor frecuencia colaboramos en esta Web, y realmente piensas que después de haber leído (nosotros sí) esos testimonios vamos a dar la mas mínima credibilidad a tus apreciaciones al respecto?. Y no te das cuenta ademas de que los que no han leído en profundidad ahora tendrán la curiosidad de ir a leerlo y se darán cuenta de que mientes cual bellaco? (prometo una anesdota al respecto de este tema en un futuro cercano).

 

Y sigue Felipe: ‘ el sitio de entrega a Dios no es lo mas importante, lo mas importante es la persona’. Vale. Y?. Si en eso estamos todos de acuerdo Felipe, pero tú concretamente qué quieres decirnos con esa frase lapidaria?, que efectivamente los del opus dei se equivocan al amedrentar a los que quieren salir con la condenación eterna y la infelicidad mas total?; o tal vez que no es correcto desentenderse de alguien de san rafael porque sugiere que tal vez él tenga vocación de sacerdote o religioso en lugar de numerario?; o mas bien que deberían prestar pelín mas atención al sigilo sacramental y respetar pelín mas la confidencialidad de la curiosamente llamada por ellos ´confidencia´?. A lo mejor es que por falta de tiempo no has desarrollado la idea en profundidad, yo eso lo comprendo bien porque últimamente bastante hago con leer lo que escriben los demás, pero me reconocerás que has dado lugar a graves malentendidos que por supuesto olvidaremos en cuanto tú nos mandes esa sentida disculpa que sin duda ya tienes en mente escribir.

 

Pero lo mejor y más apoteósico es ese depurado estilo a lo Escarlata O’Hara en Lo que el Viento se Llevo (‘A Dios pongo por testigo etc, etc…’) cuando nos lanza Felipe esa cervatana de: ‘Os aseguro que muchos de vosotros no podéis amar en serio a Dios ni ahí ni en ningún sitio’. Si señor, con un par de narices, así se dicen las cosas, con con-tun-den-cia. Esa prepotencia…, ese respeto a la persona…, esa mano tendida al dialogo… Y encima tienes la malasombra de intentar hacernos creer que ´yo no soy del opus dei…’. Tócate las narices (con perdón). Cuantas veces habremos leído esa frase al final de testimonios similares al tuyo…?(porque además, como efectivamente no os habéis leído la Web, no  dais ni el mas mínimo detalle al respecto, son todos los correos iguales…). Que quieres decir con eso de que no eres del opus dei?, que no eres parte de la prelatura puesto que la prelatura no tiene fieles laicos?, o que lo eres de derecho pero no del todo de hecho porque cuando se enteren de que lees hasta el final paginas expresamente prohibidas te van a meter un paquete que lo mas probable es que no lo cuentes?, o que?. Y por cierto, si eres de Madrid tienes una curiosa forma de expresarte, poco común en los madrileños… e incluso poco común en los españoles…

 

Mira Felipe, un consejo sencillo y contundente como a ti te gusta: olvídanos. Y sanea tu mente de paso, hazte ese favor. Porque la verdad, una persona que no es del opus dei (¿?????????????) y dedica horas (porque yo todavía no he podido leer toda la Web y he invertido ya muchas horas…) a leer testimonios llenos de amargura, rencor, frustración y yo-que-sé-que-más, escritos por personas que han pertenecido a una organización de la Iglesia Católica la cual ni le va ni le viene, necesita ir a la playa, que le de el sol, no se, algo que le despeje… ¿no?. Porque oye, yo a veces (pocas la verdad) buscando un tema el que sea me encuentro con paginas Web que hablan de cuando los extraterrestres vinieron al planeta Tierra a merendar con Adán y Eva, sabes?, pero te aseguro que lo mas que invierto en ellas son unos minutos por curiosidad y para cerciorarme de que realmente estoy leyendo bien… Pero no me leo la Web entera, eso me parece cuanto menos enfermizo…

 

….Suponiendo que fuese cierto. Aaaaaah, ahí quería yo llegar, que no, que tu no estas mal de la perola, que lo único que pasa es que ni te has leído la Web, ni has entrado por un casual (como el resto de tus hermanos). Que tu eres del opus dei (si es que lleváis la estrella esa en la frente y se os nota, no te acuerdas…?), y vivas en Madrid (España), en Madrid (Méjico), o donde el viento da la vuelta que dice Satur, te han dicho que escribas, y escribes. Pues mira, me parece muy bien, le dais color y vidilla a la Web, que quieres que te diga. A ver que día le mando yo algunas lindezas del estilo de las que tú te marcas a la pagina oficial del opus dei y me las publican…(sí, tranquilo, ya sé que mejor espero sentada).

 

Bueno, ya sé que algunos os estaréis preguntando por que pierdo mi precioso tiempo en contestar a semejantes, pero oye, una es débil, que le vamos a hacer…

 

Un  abrazo a todos (a Felipe casi no porque luego igual va y se confiesa, y un abrazo mío es una cosa hermosa de la que no consiento que se confiese nadie),

 

Isabel Nath