Me quito el sombrero ante lo que ha escrito EBE en su último artículo. Pienso que la Obra que se dice de Dios, en muchos casos no es de Dios. Ese explotar a la gente hasta sacarle todo no me parece que lo quiere Dios. ¿En nombre de quien explotan totalmente a numerarios y agregados y un poco menos a los supernumerarios? Si se apropian de ser la voluntad de Dios, están actuando con mucha soberbia.

   En la Obra hay mucha gente buena. Hacen todo lo que les dicen los directores, hasta arriesgar su salud y eso no lo quiere Dios. Unos cuantos disponen de la vida de los demás. Algunos son tan ciegos que no se dan cuenta que el día que ellos falten los mismos que les explotaron se lavarán las manos y hasta dirán que "es voluntad de Dios".  Si esa vida se acaba, su familia de sangre (la auténtica, no la de la obra, con minúscula) les echará en falta. Eso sí los directores de la prelatura irán a la misa de funeral y procurarán que amigos del fallecido se enganchen (piten) para sustituirle.

   Debo confesar algo que me sucedió. Cuando yo me planteé dejar la obra despues de 34 años y dedicar  más tiempo a mi madre que ya era mayor, uno de la obra me invitó a meterla en una residencia (ya lo conté otra vez) y atender a gente de la obra. Otro me dijo que el dinero que iba a invertir en que una señora cuidara a mi madre, se lo gastara mi madre  de sus ahorros y  entregara mi cantidad correspondiente a la obra. "Es lo mismo, la vas a heredar", aseguró quien era mi director (!!!!!!!!!!!) Claro que, en muchos numerarios, esto es más grave. Su familia queda para cuando tienen una enfermedad larga y les tienen que cuidar --sé de varios casos-- o para sacarles dinero. Los de la Obra (los que son de buena fe) que leen esto, piensen que esto no es una invención, es una realidad.

Nachof