El Opus Dei oculta su riqueza en Alemania con tretas legales, según publica en su último número la revista alemana Der Spiegel, que acusa a dicha organización católica de financiarse con impuestos eclesiásticos de los contribuyentes. Según estas informaciones, el dinero le llega a la Obra de forma encubierta desde grupos aparentemente inofensivos, tales como la Sociedad Cultural de Estudiantes de Bonn o la Fundación muniquesa Rhin-Danubio."La organización es enormemente rica y oculta esta riqueza con trucos jurídicos", afirma en la revista Widmar Puhl, antiguo miembro del centro de información del Opus Dei en Alemania.

Según Puhl, cuando un funcionario, público accede a conceder una subvención, por ejemplo para un departamento de asistencia social en un centro juvenil, no tiene ni idea de que lo que está financiando es otra cosa totalmente distinta.

En la República Federal, desde 1929, la Iglesia católica y la evangelista pueden cobrar impuestos a sus fieles para financiar sus gastos, aunque el Estado sea quien actúe como recaudador. "Las fundaciones y centros de educación de la obra reciben indirectamente fondos procedentes de los impuestos de la Iglesia", señala dicha información.

El Opus Dei, fundado en 1928 por Jose María Escrivá de Balaguer, cuenta en Alemania con unos 1.500 miembros y está presente en 25 ciudades. Desde su central en Berlín, la organización también coordina sus intentos para expandirse por el antiguo bloque soviético, cuyo acceso veía herméticamente cerrado hasta la caída del muro.