eutimio :
José Carlos:
Visito esta web desde hace un par de meses de modo que no conocía la discusión sobre los preservativos pinchados, pero gracias a tu autocita los he leído ahora.
¿Por qué citas sólo tu aportación? Me parece la menos interesante y te explico por qué: en lugar de razonar por ti mismo (como hacen los otros) basas tu postura en citar a "autoridades". Tampoco yo voy a repetir una discusión que ya tuvo lugar, pero ya que te citas a ti mismo, cita también a los otros que aportaron algo (aunque sea por educación). Entre otros:
'In dubio, favor libertatis'.- S.C.
Sobre los preservativos pinchados. Dos conclusiones.- Otaluto
Jenn, tienes que leerlo todo.- Gregory P.
Análisis de semen: otras opiniones de moralistas.- S.C.
Supernumerarias: una de orientación sexual.- Brisas
El problema estriba en que hay gente dedicada a dar soluciones tormentosas a problemas que tienen una solución sencilla. Complicarle de ese modo la cabeza a un tipo (y a su mujer) que lo único que quiere es tener hijos me parece una estupidez propia de alguien (persona o institución) que ha perdido el norte y se fija más en los medios que en los fines.
Según las ideas de los que defienden la teoría del condón pinchado los condones no deberían existir y los cristianos no los deberían vender en sus farmacias así que supongo que tampoco los deberían comprar. Para no extenderme: esa teoría tiene más agujeros que el condón.
Otra cosa: ponle un poco de humor a la vida José Carlos. Hablas (escribes) tan serio y convencido que pareces un palo de escoba: relaja las neuronas que no por eso se relajan los esfínteres. Si fuese tu médico o tu confesor (gracias a Dios no soy ninguna de las dos cosas) te recomendaría tomarte unas copas hasta llegar al estado de "pedete lúcido" y fumarte un porrete. Más no que no quiero incitar al pecado grave. El leve no me preocupa tanto poque, como indica su nombre, es leve.
Sé feliz y sencillo (no simple) como un niño.
Un abrazo,
Eutimio.
Publicado el Monday, 14 March 2005
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