No acostumbro a salir al paso de los escritos de aquellos que tienen por ocupación manifestar su indignación ante el contenido de esta página. No suelo hacerlo, no porque aplique el dicho de “no hay mejor desprecio que no hacer aprecio”, sencillamente tengo mejores ocupaciones. Pero esta vez, Fernando Rivero (2-3-2005) has tenido el mérito de alterar el orden de mis ocupaciones.

En primer lugar, Fernando Rivero, te agradeceré que me digas en nombre de quien escribes cuando dices:

“Hablan sobre no perder las buenas costumbres o buenos principios o algo asi a la hora que escribimos nosotros, pero como carajos quieren que no nos sintamos ofendidos si en su página principal nos atacan...”

O si es que empleas el plural mayestático y tú eres “nos”. Si puedes aclárame este punto, resulta interesante y necesario saber si estás expresando el sentir general de alguna institución o debemos tratarte de vos.

En segundo lugar, si es que has leído la pagina “casi entera”, deberás admitir que yo no he invitado a nadie a caer en falsedad alguna. Si he efectuado esa invitación dime cuando y donde porque si no lo tuyo sí que es tirar la piedra y esconder la mano. Como estoy seguro que no he invitado a nadie a tamaña cosa, me debes una disculpa pública. Me la debes Fernando Rivero.

No quiero alargarme en demasía, pues estimando el cuidado del lenguaje sé que no debo correr el riesgo de que la ira inflame mi prosa. Por ello, por último te diré que cuando escribo lo hago desde:

-         el conocimiento que me dan muchos años  (más de los que imaginas) pasados en la, ahora, prelatura,

-          el bagaje que  me proporciona el ejercicio continuado, por años, de una profesión,

-          la posesión de estudios superiores,

-          mi conocimiento profundo del ser humano,

-          mis estudios de filosofía y teología

-          ...

Por ello, también debes –es de justicia- retirar los insultos y calificativos que me has dirigido, posiblemente desde tu ignorancia (no es un insulto sino una definición). La Ignorancia es, de acuerdo con el diccionario: 1.-f. Falta general de ciencia y cultura: su ignorancia raya en el analfabetismo. 2.- Falta de conocimiento acerca de una materia o un asunto determinado: mi ignorancia sobre vuestra relación era absoluta hasta ayer), ni soy un perro, ni carezco de cultura, ni soy una persona sin escrúpulos.

Si no lo haces, lo mejor, por tu propia dignidad, será que sigas siendo solo un lector. Cuídate “majo” y que te sea leve.

Pensativo.