Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Correos: Observaciones sobre varios temas surgidos estos días.- Flavia

125. Iglesia y Opus Dei
Flavia :

Amigos:
 
Después de algunos días de descanso, en un lugar en el que me fue imposible acceder a Internet con frecuencia, he leído de un tirón los correos de las últimas semanas, y deseo comentar algunas cosas.
 
Respecto del mensaje de Carmen Charo (21/1), quisiera, en primer término, agradecer sus considerandos hacia mí, y la rectitud y nobleza de espíritu que puede leerse en su reflexión. Ciertamente, cada uno de nosotros ha de buscar los signos de lo verdadero allí donde encontramos la paz, donde podemos respirar con confianza. Entiendo que la experiencia creyente se vuelve problemática y desafiante, para quienes hemos sido del Opus Dei, muy en particular la dimensión institucional que la fe puede adquirir, y creo también que hay que darse la libertad para encontrar a Dios con "anchura de corazón", sin que "todo esté previsto", con la alegría que viene de la verdad, no de una apariencia impuesta de la verdad, sino de sentirnos en la verdad de nuestras vidas.
 
Hace años que pienso que la difícil experiencia vivida en la Obra nos puede hacer más agudamente sensibles a qué sea lo ilusorio, y qué lo verdadero en general, muy especialmente en el camino de la fe religiosa, pero también podemos quedar fijados en las "recetas" (religiosas o no), sea porque nos aferramos a ellas, sea porque no nos damos la oportunidad de gestar lo nuevo, una fijación "vía negativa", de índole reactiva, que no nos permite movernos, encontrar nuestro ritmo y nuestra voz.
 
Espero poder comentar más sobre el asunto en breve, lo que no será sino compartir mi propio discernimiento personal al respecto, a lo largo de los años, ahora mismo.
 
Luego, acerca de lo que dice EBE, en su correo del 23/1, estoy muy de acuerdo con tu observación sobre las interpretaciones posibles para la metáfora del "caballo de Troya", a la hora de pensar los vínculos entre la institución eclesial y el Opus Dei, y con la  importancia de hacer un seguimiento de la "lógica" de las aprobaciones y de las "indiferencias" jurídicas (me sigue pareciendo muy lúcido el libro de Joan Estruch para entender buena parte de esa "lógica", si uno extiende su análisis de la Obra como tal, a sus devenires jurídicos y al modo de "presentación" de éstos). Creo también saludable el tratar de entender un proceso institucional que nosotros vivimos en clave interna y "desde arriba", como decís, desde su dimensión externa y horizontal: efectivamente, creo que Troya fuimos nosotros, un asunto complementario es cómo llegamos a serlo, en palabras de Borges, "que dios detrás de Dios, la trama empieza".
 
Van ahora algunas observaciones acerca de ciertos temas surgidos estos días:
 
- en cuanto a qué sea o no digno de ser discutido en la WEB, creo que lo mejor es la amplitud, como ha dicho Agustina, e ir evaluando las cosas en cada momento, por eso, acerca de ciertos temas morales del catolicismo, supongo que hay un aspecto muy importante a analizar, aquel de los aprendizajes forjados en el Opus Dei, en los cuales no hay lugar para la conciencia personal, por mucha ortodoxia que se invoque como excusa, por lo tanto, no hay moral, en sentido propio, en la medida en que la moral supone libertad, y la libertad se da en un contexto de discernimiento. Me refiero al aspecto medular de la decisión ética, que distingue al formalismo moral, de la moral cristiana. No creo inútil recordar que existe una acendrada tendencia en la formación adquirida en la Obra, a bloquear todo discernimiento, y a aplicar recetas y clasificaciones sin más. Ese "formalismo moral", en muchos casos, ha implicado e implica un nivel de inhumanidad y cerrilidad que espantan, a la hora de pautar la vida de las personas concretas.
 
- en ese sentido, no creo que uno pueda obviar, en lo concerniente a los planteos morales en la Iglesia, el horizonte de fondo en el que se configuran: la antropología cristiana, por la cual el ser humano no puede ser objeto de manipulaciones, tampoco de las que surgen del legalismo vacío y autosuficiente. En modo alguno esto implica huir de la responsabilidad personal, o justificar cualquier conducta, muy por el contrario, plantea asumir la madurez en la fe, y tomar la tarea de que la ley tenga "espíritu": corazones de carne, no de piedra, quiere el Señor, nos recuerda (penitencialmente) el rey David en el salmo 50.
 
- si hay algo que me ha causado pavor de mis años en la Obra, y de la reflexión acerca de esa etapa, es la imposibilidad de distinguir, de discernir, de hacerse cargo de los propios pensamientos y decisiones que allí se forja. Es claro que esa imposibilidad se conforma en un largo proceso de borramiento personal, y, aún en los mejores casos, deja siempre la huella de la negación de la realidad, o de la despreocupación ante la complejidad de las situaciones vitales propias y de otros (aún las más dolorosas). Se trata de aquello que Hannah Arendt llamaba "la banalidad del mal", al describrir la índole del mal cometido por los nazis planificadores del exterminio de millones de hijas e hijos de Israel. El asunto era "cumplir órdenes", siempre a cubierto de que emanaban de la autoridad "debida", en la que se suponía el conocimiento del "bien mayor" que fundamentaba acciones objetivamente aberrantes. A esta altura de mi vida, creo firmemente que ningún bien mayor, ni aquél que llamamos "Dios", justifica el más mínimo atropello contra la vida de las personas, y que, sin excusas, habremos de responder personalmente por nuestros actos.
 
- junto a esa imposibilidad del discernimiento, (muy propia de los tiempos que corren), que en el Opus Dei adquiere una fisonomía nefasta, en la medida en que es parte de la "pedagogía" y del dinamismo institucional, encuentro que hay otro problema central a considerar: que ese estilo de intervención acrítica sobre la vida de los demás, junto a la mentira como modo funcional de relaciones entre personas, son las causas de lo que en lenguaje bíblico se describe como "sufrimiento del inocente".
 
- en esta web pueden leerse muchos testimonios que dan cuenta del inmenso dolor moral, psicológico, físico, espiritual, que el diseño de la Obra ha procurado a sus miembros, o a personas próximas a ellos. Problemas sintomáticos, violencias de diversa índole que se han internado en los lugares más sensibles de muchos y muchas, que han marcado sus vidas, nuestras vidas, las más de las veces, tempranamente, con las consecuencias del caso.
 
- es esa indiferencia por la dignidad de las personas la que me hace imposible ver aspectos positivos o salvables en la Obra, en tanto resulta ser un ángulo clave de evaluación para cualquier agrupamiento humano, muy en particular si se autoproclama como cristiano. Desde mi punto de vista, tanto dolor, tanta angustia, tanta violencia ejercida contra personas con una subjetividad indefensa, desarmada por la misma institución, llevada adelante por aquellos en quienes se depositaba la confianza, fraternal, filial, sólo es comprensible, o contemplable, ante el misterio de la Cruz.
 
- Y en el misterio de la Cruz, aprendemos que el límite que Jesús puso al dolor del inocente es su propio cuerpo, su propia angustia, su propia muerte: "en sus llagas, hemos sido curados". En ese "paso", la resurrección del Señor dice basta a la violencia contra todas las personas, en particular contra los indefensos: las diversas formas de violencia, hijas del pecado, hijas del "seréis como dioses" que nos impulsan a "disponer" de los otros (también de nosotros mismos) como si fuesen cosas, cerrando nuestro corazón a su realidad, a nuestra realidad de seres creados.
 
- por eso, mi máxima objeción contra el Opus Dei reside en que haya consolidado como forma de existencia institucional, modos de relación entre las personas que destruyen, que vulneran, que pueden matar: las "estructuras de pecado" de las que hablaba Satur hace unas semanas. Ahí se frena, igualmente, mi capacidad para entender la perspectiva de los defensores de la Obra, o de los "atenuadores" de sus efectos nefastos, como si de "daños colaterales" se tratara. Incluyo en mi propia imposibilidad de comprensión al contexto eclesial que hoy sostiene al Opus Dei, no en sus aspectos sociológicos, que son más o menos explicables, sino en lo que atañe a mi condición de creyente, en mi propio discernimiento en la fe. Es por eso que con frecuencia reflexiono y escribo sobre ese tema, porque esos interrogantes son parte de mi propio peregrinar creyente, de mi camino hacia el Dios Vivo.
 
- finalmente, y a modo de "conclusión", quiero recordar la antigua pregunta que hace Dios a Caín en el libro del Génesis: "¿dónde está tu hermano?". Esa es una pregunta que no se puede acallar, nadie puede esconderse de esa pregunta. El Opus Dei tampoco.
 
Saludos cordiales, y un buen comienzo del santo tiempo de Cuaresma, para quien quiera recibir ese deseo
 
Flavia



Publicado el Wednesday, 09 February 2005



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 125. Iglesia y Opus Dei


Noticia más leída sobre 125. Iglesia y Opus Dei:
El Opus Dei, Instituto Secular (III): Conmemorando las bodas de plata.- Idiota


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.125 Segundos