Fulcro :
Estimada María E. (26-12-2003):
A lo largo de este año algunas personas han ido dando consejos y reflexiones, a mi juicio muy acertadas en general, a los que como tu querían marcharse del opus dei, y puede venirte bien repasar la correspondencia y los escritos, aunque comprendo que son muy abultados.
Me parece que ya te has contestado a las preguntas fundamentales que uno se hace cuando se está dentro de la organización y por eso ya has tomado tu decisión de irte. Solo me permito recordarte, que lo que realmente importa es que seas feliz en tu matrimonio y que el opus nada positivo va a aportarte al respecto; más bien al contrario, puesto que con sus intromisiones sobre la conciencia, muchas veces lo que consigue es agravar los problemas cuando los hay o crearte otros nuevos.
Estoy convencido de que buscar la felicidad conforme a lo que el Evangelio nos propone es el camino más acertado para ello y para vivir la mejor vida posible que Jesús nos desea a cada uno, pero eso ha de encontrarlo cada cual en su corazón.
Por si te sirve de algo te diré que mis hijos (dos ya casados) han sido educados al margen de todo ambiente opus, y su enseñanza la han recibido en colegios y universidades públicas (eso si, nunca he confundido la educación con la instrucción o el adiestramiento, y no he realizado ninguna delegación educativa de de mi responsabilidad paterna), y estoy razonablemente contento de haber logrado (hasta ahora) mi único objetivo: prepararles para la vida (su vida); naturalmente, mi esposa ha desempeñado su papel brillantemente.
Un sacerdote que no sea del opus, además de poder elegirlo libremente, tiene la gran ventaja de no estar mediatizado por la organización y podría servirte de apoyo, si lo llegaras a necesitar. Realmente no se pierde nada alejándose del opus y en cambio se puede encontrar una gran amplitud de miras, ya individualmente, ya en otras agrupaciones no sectarias.
La última reflexión que se me ocurre es que, como no queda mucho hasta el próximo 19 de marzo, quizá una forma menos traumática de irte sea dejar las cosas como están, porque puedes encontrar muchas excusas reales para frecuentar poco o nada el centro al que perteneces, evitando toda conversación con ellos sobre tus dudas (que, en el fondo, parece que ya no tienes); al fin y al cabo te debes a tu hija y a tu marido, y eso, mal que les pese, es prioritario hasta para el opus.
Fulcro
Publicado el Saturday, 27 December 2003
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