Brisas :
Una no deja de recibir, varias veces al día, lecciones que le da la vida. Como no voy a ponerme en plan cursi, entro directamente a contar la última lección que he aprendido, bueno, la penúltima.
Hace unos meses me llamó un supernumeraria que yo conocía de mis tiempos dentro de la Cosa (ahora, más que nunca la veo una cosa) y como ha sido de las pocas que me ha tratado con naturalidad desde que me fui, de entrada escuché lo que me quería decir. Ella me “invitó” (previo pago) a una cena para promocionar una Fundación de esas que promueve la Institución para, según dicen ellos, ayuda al Tercer Mundo. Según yo y todos los que alguna vez trabajamos en esas cosas, es una tapadera para sus apostolados. Y como deducís todos, asistí.
Pues bien, a mi me ha pedido una asociación que les ayude a conseguir dineritos para un muy buen fin, que ya se sabe que no todos tienen medios para pasar estas navidades. Así que me dije: “voy a llamar a mi amiga, a ver si viene al acto que han organizado para recaudar fondos”. ¿Qué creéis que pasó? ¿la habéis visto por aquí?. Pues yo tampoco. Ni a ella ni a ninguna de su peña.
Saludos
Brisas
Publicado el Friday, 26 November 2004
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