Mi muy estimado Joseph María:

Estamos seguros que te da muchísima pena todo lo que escribimos en esta web, efectivamente como lo señalas hay algo de resentimientos según las experiencias personales de cada uno que escribe en esta página, a mi también me da pena, pero te voy a deciros en que sentido.

Da pena que la Obra en esa especie de pedagogía de la obediencia a ciegas haya llagado nuestras conciencias durante mucho tiempo, igual pena me da que nos anunciarán que éramos cristianos en medio del mundo cuando en la realidad se nos aislaba de él, sí, nos aislaban sentimental y materialmente de nuestras familias de sangre, se nos enseño la hipocresía o mortificación de tratar a gente que nos caía como bomba y les teníamos que sonreír y fingir que eran nuestros amigos mientras "picaban". Me da pena haber perdido amigos y amigas por esta obediencia ciega de prohibir amistades particulares y particularmente las del sexo opuesto, me da pena que nos enseñaran a adoctrinar a gente casada y bien intencionada sobre aspectos de vida conyugal, que yo en esa época desconocía, el haberles hecho creer que las esposas son otra cosa e incluso darles consejos sexuales cuando yo al menos por esos días no sabía ni lo que era el débito conyugal, ni de psicología, menos de  antropología, ni “na” de “na”, solo sabía repetir las frases que a su vez me hacían repetir mis directores.

Se bien que lo tuyo es un imperativo categoríco que te han hecho creer segun reglas del “apostolado de la opinión pública”.

Volviendo a tu escrito, hablamos de la Iglesia Católica Apostólica Romana, en particular, no de una especie de secta, esa a la que pertenecemos es nuestra “Madre y Educadora”, ninguna más, esta nos pinta una gama de libertades personales y de respeto a la persona humana, en particular el Concilio Vaticano II, que deja muy claras recomendaciones de no coaccionar a nadie para asumir tal o cual creencia, que pretende abolir además, resentimientos entre los diferentes grupos que pretenden llevar una vida ascética según dicten sus conciencias, (lo digo por las tradiciones orales de criticar, que bien se puede interpretar como odio a “los de siempre”, los “legionarios”, etc..).

El Concilio citado, al verlo integralmente y no sólo a cachos, nos da formas de espiritualidad libre, sin formulas establecidas que no sean las necesarias sacramentalmente hablando, siempre que las mismas comulguen con el espíritu del citado Concilio, que no es más que acercar a los fieles a la doctrina y a los sacramentos permitiéndoles escuchar las palabras de Nuestro Señor en sus lenguas vernáculas, esa palabra es la única fuente de gracia la palabra de Dios (y no el Padre y los Prelados que a lo sumo serán intercesores).

 Además, el “Espíritu de las Leyes” no es la coacción de las conciencias, sino su fin último es Dios, no los medios querido amigo, nunca los medios, ese espirítu debe ser interpretado siempre desde el punto de vista axiológico y no lo que ontológicamente y literalmente nos dice la letra, de lo contrario se fomentaría el farisaísmo abominable que Nuestro Señor tanto trato de señalar con Sú dedo índice, no crees que por eso Cristo se dirigía con parábolas, para evitar la literalidad de “imperativos categóricos”  como ejemplo cito el "porque lo dice vuestro Padre", ya sea por tradición oral, meditaciones o panfletos. En fin esta Iglesia quiere seres pensantes, con criterio propio, no con engaños.

La Iglesia quiere que seamos confesantes, no gente escondida en las sombras y el secreto, que no estemos en lo oculto, “ya no hay catacumbas”, ya no nos tenemos que esconder en cloacas, la libertad, mi querido amigo es lo que ejerzo ahora, amo a Dios con todo mi corazón, con toda mi alma, con todo mi espíritu, amo los sacramentos instituidos por Cristo, voy a misa diario no por norma, si por amor, me confieso una vez al mes o cuando sienta en conciencia que he pecado gravemente, me junto “con los de siempre”, con los de “ahora” y con quien me venga en gana, he aprendido diversas formas de ver a Dios, ya no de forma leguleya y cerrada, sino como un Dios que me ama a ti y a mi.

Que Antonio R.R., no comulgara con algunas cosas de la Obra, nos identifican con él, nosotros también no comulgamos con algunas practicas dudosas de la misma y no nos hace menos Iglesia, solamente amigo, nos hace más libres.

Ahora el Espíritu Santo me habla, no a través de unos Directores, me habla en mi vida cotidiana, con el trato amable, alegre con la gente, con mis amistades particulares que tanto quiero, me habla a través de mi esposa, del hijo que lleva en su vientre, me habla al ver a los demás y quererlos en sus diferencias y sabes no me dan ganas de amenazarlos con el infierno a los que se que están mal, sino me entra una sonrisa de confianza, los encomiendo, porque estoy seguro que la misericordia de Dios es infinita, que no les va a acometer con ira.

Se que conoces bien que no hay libros silenciados, lo dices bien, solo están guardados en los residencias y centros de la Obra, según los más altos cánones del vademécum, que vienen en el libro intitulado “Itinerario Jurídico”, pero que para los que no sabemos latín sino hasta por el quinto o sexto año de nuestra indoctrinación era lo mismo o peor que estuvieran silenciados, por que lo ilegible o lo inentendible y si le sumamos las interpretaciones literales, hacen peor que silenciados, es como si me ponéis a un Japonés a darme una cátedra de aspectos sociológicos de la relación que hay entre los miembros de la sociedad y los átomos de una miga de pan embalsamada con salsa de soya y su función química, “en idioma Mandarín”, lo natural mi amigo, es que diga con cara de cabra recien arrollada "no entiendo na" y un Director me dice que me falta espíritu porque estando ahí el Japonesito diciendo todo y como es posible que no entendí “na”. Eso querido amigo es silenciar en medio de un ruido que nadie entiende y es peor que ocultar.

Estoy de acuerdo que hay escritos que por ser de tu familia no se vendan en quioscos... pero cosa muy distinta es que tu familia pretenda invitar a mucha gente a convivir y comer con ellos y de ellos, y luego recetarles que ellos son el único alimento, por ello es positivo que se den a conocer “las reglas de tu casa”, que no nos daban a conocer “siendo nosotros de tu casa” y que nos las daban en dosis al estilo “poco veneno” que pretendían matar nuestra capacidad de discernir y de ser libres, no nos dieron todas las reglas de familia, bajo el argumento de irnos educando como a los niños pequeños, que al menos los que escribimos aquí, distinguimos en algún momento esto, y seguimos siendo Iglesia y no muñecos de trapo. !! Orejas a comer, pero no en casa de este amigo, los invito mejor, aunque la comida no sea tan buena a lo que prepara mi esposa!! Ojalá no lea este escrito jajajajá.

Estimado amigo, tu apostolado de la opinión pública os aconsejo que lo hagáis al interior de tu persona, que te hagas apostolado interior, que tu análisis a las criticas que aquí se exponen, trates, que veas, "ut sit" en tu interior mi siguiente cuestionamiento:

¿Si esa obediencia exigida (por lo que veo la tienes bien asumida), no es más que coacción cuando estas dentro?

Sí, es cómodo sólo obedecer, que te den todo ya masticado por otra persona, que te señalen hechos prehechos y drámatizados, que ve tú a saber siu sean ciertos, prediseñados todos por una "dictadura".

Nosotros preferimos la usanza de irnos forjando lo que nos venga en gana “que es la razón más sobrenatural” que existe en palabras de vuestro Padre, con libertad, libérrimos, libertad de hacer y de pensar mi estimado, no libertad de someterse y restregarse todo, hasta el corazón, la conciencia y lo más grave el verdadero espíritu, tu alma y es lo más valioso de los mensajes de Nuestra Santa Madre Iglesia quien preside el “Santo Padre” aclarando que me refiero al Romano Pontífice sucesor de Pedro, quien acepta las diferentes espiritualidades, de respetar en sumo la libertad de las personas.

Gracias por tus oraciones, pero por lo que a mi hace le harán mejor a “Tu familia” ruego a Dios que cambie sus prácticas, no su llamado universal.

 Un abrazo a todos, me gustaría saludar con uno más fuerte a Carmen Charo y Hormiguita, gracias por lo que han contado.

Ahh les manda saludos la Chuiquita y el Chuiquito que lleva dentro, estoy feliz.

César