ebe :
Me parece un muy buen artículo el de Antonio Perez, donde queda patente un ejemplo más de la santa extorsión. Todo es motivo de extorsión, hasta el cariño: «mientras pertenecí (...) me trató con un gran cariño (...) luego dijo de mi mil perrerías».
Me impacta mucho cuando dice:
- «nunca me encontré a gusto»;
- «siempre me quise marchar»;
- «me opuse a la ordenación hasta donde pude (...) pero todo fue inútil»;
- «Yo sabía la triste suerte que me esperaba en Roma si me hubiera retrasado 24 horas en escapar»;
Y esto lo dice nada más ni nada menos quien fue Secretario General y Consiliario.
Impresionante.
Saludos, E.B.E.
Publicado el Friday, 19 November 2004
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