Sebastian :
Familia del opus
Esta web me ha producido gran impresión; en especial por la coincidencia entre los testimonios aquí reunidos y mi experiencia personal. Llevo una semana sin despegar los ojos de la pantalla...
Yo nunca he sido del opus, pero sí lo han sido o lo son mis padres, cinco de mis hermanos, muchos primos, sobrinos, tíos... Hasta tengo un pariente que es obispo del opus. Así pues, nací y crecí en esa burbuja de sobreprotección tan característica.
En mi infancia frecuenté clubs juveniles del opus (Txindoki y Alaiz) y luego estudié en la Universidad de Navarra. A los 14 años empecé a dudar de la religiosidad que se me enseñaba, a los 16 dejé de creer en Dios y a los 18 me fui de casa por la brava (mi padre me echó detrás a la guardia civil).
Aparte de los libros que mostráis en esta web, que en su mayor parte ya conocía, me han llamado la atención los finos y acertados análisis en ella publicados sobre el opus, su escala de valores y su ámbito cultural. Cuánta miseria...
Quiero daros las gracias, pues estas lecturas me han permitido comprender mejor a dos de mis hermanas numerarias, que se salieron del opus (bastante averiadas) tras pertenecer a él una veintena de años: tuvieron que empezar una nueva vida sin contar con la comprensión de mis padres, supernumerarios.
Así pues, gracias, muchas gracias por vuestros testimonios. Ojalá ayuden a otras víctimas. A mí me han ayudado a comprender la relación entre la educación que recibí y ciertos aspectos negativos de mi biografía (y digo "comprender", no "echar la culpa").
Me admira y me congratula el buen ánimo y el deseo de reconstrucción íntima que por lo general se aprecia en los testimonios. Enhorabuena... y adelante.
Un saludo cordial de
Sebastián
Publicado el Monday, 06 September 2004
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