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 Tus escritos: Sexualidad y homosexualidad.- Daniel

075. Afectividad, amistad, sexualidad
Daniel :


SEXUALIDAD Y HOMOSEXUALIDAD

DANIEL , 3 de agosto de 2004


Ya he ido descubriendo en varias cartas que este es un tema que ha provocado en mucha gente, gran tensión y desquiciamiento; no me extraña.

Por si mi experiencia y mi opinión sirven a alguien, escribo, con sinceridad:

Antes de entrar en materia directamente, creo interesante, comentar algo:

Cuando hablaba con el cura, recientemente en mis visitas de cortesía, o con mi hermano, que ya he mencionado en alguna otra ocasión, no sé cómo, salía el tema inopinable del pecado original, ese tan terrible que nadie recuerda haber cometido, que se hereda como la tendencia a perder pelo, y que nos lleva a cometer otros pecados...

La última explicación que me dio el cura (y creo que mi hermano también) de ese insigne pecado, era que ya no es un pecado realmente, porque no ha habido voluntad alguna al adquirir la naturaleza humana, sino que nacemos con tendencia hacia el mal, o más finamente, a hacer las cosas mal.

¡Vaya demagogia! Cocino bastante bien, de lo cual mi mujer está bastante satisfecha, y cuando cocino, me esmero; cuando estudio, me estrujo; cuando hago un examen... no tiendo a suspender: otra cosa es que el examen sea retorcidillo, esté yo cansado porque llevo haciendo varios exámenes seguidos, o que los libros que me han tocado sean malos (algunos lo son y aun así apruebo).

Aunque todo esto me salga mal, mi intención es la de hacerlo bien, lo cual me supone un esfuerzo, pero tiene su premio.

Si me apetece más ver la tele que estudiar, no es por un pecado que se lava con un poco de agua en la cabecita, sino porque supone un esfuerzo y no tengo madurez para hacer elegir lo correcto sin demora.

Que hacer las cosas bien cueste más que hacerlas mal, es la vida misma, pero la intención de una persona madura, responsable, sensata, emocionalmente inteligente, es hacerlas bien, es decir, no tiene tendencia a hacer las cosas mal, no tiene tendencia al mal "per se".

Una cosa es el cansancio y la dificultad de superación, y otra la intención ausente de mejorar, o dicho más explícitamente, la intención de no cultivar la virtud.

¿De verdad que todos vosotros tendéis al mal?, ¿tan malos sois?

Claro que si la tendencia al mal es cuestionarse la cantidad de micromandamientos farisáicos que se nos imponían... si la tendencia al mal es ser consciente de la realidad impepinable de la carne... pues sí, somos muy malos, y claro, infundir sentimiento de culpa es una forma cómoda de dominar y de tapar las frustraciones de quien acusa: "yo no me atrevo o no sé vivir tal tema, pues el otro tampoco, y si lo intenta, le digo que es malo" (esto en Psicología se conoce como una de las formas de justificar la propia conducta).

No hemos nacido en el mundo para vivir en una vitrina: tenemos un cuerpo que se nutre de aire, agua y alimentos, pero también de sensaciones, y si lo privamos de esta relación con el exterior, enferma, así como la psique.

En cuanto a las sensaciones, empezaré por los alimentos: curiosamente, no nutre igualmente una comida bien preparada y presentada, que la misma, pero con el sabor menos agradable y con presentación cutre.

Un llanto se puede calmar con un beso, un abrazo, una caricia...

Cuando nos despedimos, cuando nos encontramos, cuando nos presentamos... cuando estamos tristes, cuando estamos alegres, cuando nos sentimos solos... y en el Opus Dei, esa familia buena que acoge a tantos ilusos (como lo fui yo) e idealistas... ¡cuánta soledad se siente!

Cuando leo u oigo, que ciertos chicos o chicas, u hombres, o mujeres... han tenido pensamientos homosexuales... o buscado contacto físico... lo primero que pienso es cuán solos se sienten, y qué natural es buscar el tacto.

Me duele que se sientan culpables y avergonzados, porque esa vida artificial, priva de lo más natural, y se buscan sustitutos y compensaciones por todas partes, y cada cual las busca y las toma de donde puede.

Me gustaría que si alguno o alguna de los que se han sentido o se sienten culpables (sucios) por buscar lo que la Naturaleza tiene previsto, se quite de la cabeza ese sentimiento. Si después de salir sigue con la opción de la homosexualidad (sobre la cual no me pronunciaré, ni a favor ni en contra; no pretendo eso en esta carta) que disfrute lo que necesite hasta que se calme: ¿de verdad pensáis seguir con la represión y la culpa por no pecar, aun a costa de malvivir con una tensión que a más de uno o una le llevan a la idea de suicidio... o lo condenan a pastillas de por vida... mientras la procesión sigue por dentro?

Mi historia fue bastante simple: lo prohibido me creaba ansiedad. ¿Os suena esto?

Al poco tiempo de estar "en la calle", mi ansiedad por el sexo desapareció casi por completo, así, sin más, sin intervenciones personales, sin aventuras de desfogue juvenil, sin locuras; así, sin más.

Pero, pero... estaba, naturalmente, mi necesidad de ser una persona, un animal humano.

Aproximadamente un año más tarde, caí gravemente enfermo (no entro en detalles). Una parte de mi tratamiento consistía en tomar el sol, todo lo que pudiera, especialmente en la cadera.

Es curioso, cómo cuando estaba enfermo, aguantaba muchas horas de sol cada día, y nunca me quemaba ni me importaba pasar calor.

En cuanto pude, acudí a una modesta playa nudista, y casi me quedo dormido por la sensación de paz y libertad.

Me extasiaba la belleza femenina, pero más me afectaba la sensación de libertad, en el cuerpo y en el alma. En absoluto sentí esa maligna y tenebrosa influencia del pecado original, sino que recordé la olvidada (escondida) Inocencia Original.

Es lógico que no se nos hable de Ésta, porque eso implica Conocimiento y Libertad.

Alguno dirá, que si hablo de Inocencia Original, implícitamente estoy dando existencia al pecado original, al que yo prefiero llamar "ignorancia y esclavitud adquiridas".

No quiero seguir con esto; no es la esencia de la carta, no me interesa.

Me interesa que la gente que se siente culpable se dé cuenta de que lo normal es, incluso al margen de la sexualidad, buscar contacto físico, caricias, abrazos, besos... y se hace con quien se tiene más cerca. ¿Acaso no habéis visto a la gente que tiene perro o gato abrazarlos con pasión... y nadie la llama zoofílica?, ¿acaso una madre no estruja con ternura a su bebito y se siente reconfortada?, ¿acaso no os habéis parado por la calle para acariciar un perrito, irresistiblemente?

Todo esto, y más, es natural; reprimirlo o criminalizarlo, es un grave pecado, o al menos esquizofrenia.

En cuanto a la sexualidad en sí misma, no encuentro mucho que decir, y más después de leer las cartas tan estupendas de otros y otras.

Como este asunto del sexo es tan pecaminoso en esa escuela de esquizofrénicos de la que procedemos y casi parece que todo pecado queda reducido a sexo, quiero decir lo siguiente:

Pecado es herir, dañar, ofender, mentir, aplastar, no tener compasión.

Trata a los demás como quieras que te traten a ti, y no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti.

No creo que Dios ponga a disposición de las mujeres y los hombres lo que necesitan y luego les diga: no, no, no lo podéis usar, no lo podéis disfrutar; tenéis que sufrir ansiedad y enfermedad hasta ir al Cielo, donde podréis disfrutar de Mí, contemplándome eternamente. He puesto en la Tierra un montón de tentaciones para probaros, pero no para que las uséis naturalmente; eso los pecadores y paganos.

No creo que Dios sea tan retorcido que diseñe un sutil infierno para los "buenos".

En alguna otra carta he hablado de disfrutar con Libertad e Inteligencia; en esta lo mismo; la experiencia, es la madre de la Ciencia, añado.

Una vez le dije al cura del opus que cómo podía tener él el morro de predicar de lo que no sabe ni vive. Estábamos hablando de sexualidad, pero más en concreto, de matrimonio, separación, divorcio.

Creería en esa gracia de estado sobre la que se apoya para hablar tan categóricamente, si viera que no existe la famosa "cuarta planta" ni los psiquiatras de buen espíritu, que no hay algún que otro cura numerario encerrado en un psiquiátrico, que las numerarias auxiliares son tratadas con dignidad y son felices...

En fin, ¿qué más os voy a contar de estos sucesos escondidos?


Publicado el Tuesday, 03 August 2004



 
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