Dolores :
Estimados amigos
Les hago llegar una observación a juzgar por los testimonios que se recogen y por el conocimiento que uno tiene.
Es triste comprobar que muchos que dejan la Obra se dedican luego a "hacer la suya", sin participar en la vida de la Iglesia, en Instituciones comunitarias, en asociaciones de bien o simplemente en partidos políticos.Es decir a armar su "nidito" y punto.
En ese sentido no creo que la gente que deja la Obra sea mejor o muy distinta a la que se queda. Ni tampoco creo que dejar la Obra haga necesariamente mejor a nadie.
Lamentablemente los que se van parecen aplicar a sus vidas únicamente algunas cosas que aprendieron y no las mas importantes: cómo dedicarse a ganar dinero y a hacer su vida sin que les importe mucho la del resto.
No entiendo como una persona que vivió una vida de celibato y de entrega a Cristo pueda abandonarla tan rápidamente como si eso hubiera sido un error en su vida y una mera pérdida de tiempo.
Por otra parte en la visión de las cosas de la Obra aparece un desconocimiento de cómo son y han sido las cosas en general en muchas instituciones de la Iglesia: en los seminarios, en los conventos, etc.
Es decir que los mismos defectos que se le achacan a la Obra son prácticas comunes en muchas instituciones de entrega a Cristo, con la única novedad que en la Obra aparecen morigeradas para darle a la vida religiosa un carácter mas secular. Pero en esencia las exigencias y el modo de vida de un numerario o un agregado tiene muchos puntos en común con los de cualquier seminarista o persona consagrada en la Iglesia.
Dolores
Publicado el Monday, 02 August 2004
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