Pues a tres días del 19 de marzo vienen recuerdos y se te ocurren ideas.

Zartan dice que hay atisbos de que las cosas en la Cosa pueden sugerir un cambio. A mí me gustaría, tengo familia en la Obra (afortunadamente supernumerarios y los numerarios que había se han largado y casado) y como dije en otro escrito, hay mucha gente buena aún en la Prelatura que se merecen la coherencia por la que se supone que pitaron. Dios lo quiera. Pero hay que poner los panes y los peces en las manos del Maestro para que se obre el milagro. Y la corrupción de los buenos o de los que se creyeron buenos es la peor de todas.

¿Qué hara el dilecto Ocáriz? Lo ignoro. Si es y se cree de la vieja guardia y además de la sección kamikaze, olvidemos el cambio y preparemos el comentario despectivo que oí de los religiosos que llevaban una parroquia vecina de un centro de San Gabriel y de un colegio Labor Personal:"solo quedan ocho en toda España". La parroquia sigue, por cierto.

Hay mucha vieja guardia aún metida arriba y muchos directorcitos a todos los niveles mediocres, suicidas, robotizados y dentro de un matrix de temblar. Mirad quién es el Vicario Regional en España, el ínclito Herrando, que ya en 1972 paseaba por entre los pinos de Molinoviejo con el Fundador y desde entonces reside en Diego de León. ¿Va a cambiar algo este sujeto? No. Ya en tiempos de don Álvaro le daba cuenta de la situación de la Región Primogénita y le ofrecía soluciones cual comisario político para hacer purgas a lo Stalin. No, con este sujeto no. Y hay más en esa Comisión, en las delegaciones y el Consejo. Tiene maletines pero no militantes, como decía sobre ellos El Roto en un chiste en El País. Pero maletines. Pero sin militantes numerarios esto se periclita y la estampida ha sido y es enorme y no hay vocaciones y las que hay duran poco. Urge un cambio.

19 de marzo, seas nume, agregata o supernumeroso, si no lo ves desaparece "insalutato hospitis", cambia de móvil o bloquea ciertos contactos y fuera. Eso sí, antes deberías haberlo preparado. Y si no, hazlo, dilúyete. Así se deja un trabajo, una pareja o una amistad si no nos convienen. By bye, love. Por esa buena gente que aún hay dentro y que o no ven o no quieren ver, debe haber un cambio.

Madurez