Respeten a los muertos. Dejen de pedir dinero.

Como-Nueva, 21/09/2016

A raíz de que supe del accidente en el que murieron 2 Numerarias y 9 Auxiliares y que además 3 siguen graves con daños en cráneo dos y medular otra, me vinieron a la memoria muchos otros accidentes de los que se han “salvado” de morir Numerarias y Auxiliares. Por poner solo algunos ejemplos para no extenderme: una de las Numerarias fallecidas ya había tenido un accidente  fuerte hace ya varios años de regreso de una cita con un médico, proveniente de una ciudad foránea a la casa de retiros donde vivió muchos años…

También quien fuera directora de otra casa de retiros en México tuvo un fuerte accidente,  quienes la conocimos antes sabemos que nunca volvió a ser la misma persona y que ese accidente tuvo secuelas no solo en ella sino en otras personas que estuvieron allí. Otro muy impresionante fue de una auxiliar que en una prensadora en una casa de retiros perdió parte de los dos brazos, por cierto no he sabido ya nada de ella. Y así podría continuar, pero no es el caso agotarlos. Pienso que lo importante es lo  que se desprende de estos hechos y eso me da más pena no por las que se fueron sino por las que se quedan.

Ya que querrán solucionar todo con sentido sobrenatural, basta ver la carta y comentarios del Prelado o la homilía del vicario de México en el funeral y que todas se encargan de replicar en su muro de redes sociales de modo despersonalizado, repitiendo (que es lo que mejor les sale) lo que oyen, lo que saben que deben pensar porque escuchar sus sentimientos ya no les es posible, se les ha secado el corazón y las emociones no pueden ya expresarlas, no es maldad muchas veces, es falta de uso. Se traduce en cómo escriben en forma plural, no pueden hablar en primera persona, todo debe ser en conjunto: estamos unidos, sentimos el cariño, etc. Basta ver la carta del Prelado  que manda a la región cuando tiene que justificar que si llora no es sentimentalismo (en el caso de que haya llorado).

Insisto, me duele por las que se quedan porque con una familia tan sobrenatural no podrán vivir su duelo, su pérdida. Porque lo que les manda decir el Padre “Es que sigamos la vida ordinaria de trabajo y de familia...”. A alguien desapegado debe resultarle fácil seguir la vida ordinaria… al final eso es lo propio del Opus Dei. Pero pienso en aquellas que se quedaron en Jaltepec esperando que regresaran las que se fueron a una excursión de la que nunca volvieron. Pienso en los supuestos, quizá no se dieron, pero ¿Qué pensarán aquellas que se habían anotado para ir a la excursión y a la mera hora no fueron? Y no puedo evitar dejar de pensar que ojalá no haya habido alguna que no quisiera ir y que a la mera hora la animaron porque le “convenía” salir. Pienso en aquellas que siguen en su centro que cuando se despidieron de ellas (ojalá lo hayan hecho) porque se iban a curso anual, esperaban verlas en tres semanas y no las volverán a ver. ¿Se habrán planteado ir al funeral? ¿O ya ni se atreven a proponerlo porque saben que la respuesta será una negativa? ¿Les dieron las directoras oportunidad de ir al velorio a quien quiso? ¿O tan preocupadas como están de conseguir donativos para los gastos funerarios que no les ha dado tiempo de pensar en lo que supondrá la recuperación psicológica de cada una de esas mujeres?

Me da pena por aquellas que se quedan porque es una excelente oportunidad repetirles a todos aquella falacia de que El Opus Dei es el mejor lugar para vivir y para morir. Yo que llevo ya varios años no viviendo en el Opus Dei puedo afirmar que definitivamente para vivir no es el mejor sitio. Eso si, como nunca me he muerto hasta ahora no puedo saber si haya un mejor sitio para hacerlo.  El Opus Dei como lugar ya sería algo a debatir, pero definitivamente no creo que garantice nada, basta ver la cantidad de personas empastilladas, enfermas, desilusionadas ante la vida, ante su vida, personas que andan como zombies creyendo que eso es vivir cuando están muertas en vida. Recuerdo a un sacerdote Numerario ya mayor y ahora ya fallecido que alguna vez dijo “morir en el Opus Dei, hay muchas formas de morir” al parecer el sí había experimentado ya ese sitio del Opus Dei como  el lugar en el que había muerto… Al menos por el tono no convencía que fuera el mejor. Al final, quienes hablan de esa experiencia como mejor sitio para morir son los que no se han muerto, al menos físicamente. Ahora bien repetirles esa idea a los miembros como táctica para infundir el miedo y recordarles ese parentesco con su hermana “la muerte” quizá pueda servirles, al final el miedo siempre será un arma de control, así quienes andaban dudosas con crisis puede calmarse y volver a encauzarse en el redil.

Me da pena por las que se quedan porque son testigos de, como anotaba CLAROOSCURO en su artículo de cómo el Opus Dei fue capaz de decirles toda la vida a esas mujeres que la Obra era su madre, y a la hora de un velorio resulta que no hay dinero para hacerlo. Y las directoras y vicarios con tal de no perder la oportunidad de una jugosa colecta, dirán que las personas espontáneamente comenzaron a ayudar para los gastos, pero al final de los escritos y audios que circulan solicitando esa ayuda, ponen las cuentas bancarias a nombre de las procuradoras de las Delegaciones. Podrán decir que la iniciativa que menciona ClaroOscuro es de una Cooperadora o Supernumeraria de Woodlands Texas y típica frase Opus cuando institucionalmente quieren desengancharse de algo, decir que fue a título personal. Y sí, todo eso puede ser espontáneo, lo curioso es que sea en esos temas de los pocos en los que se puede ser espontáneo siempre y cuando sea en provecho de la Institución. Si la colecta se hubiera hecho exclusivamente para ayudar a las familias de las Auxiliares ¿se habría incentivado también a la Cooperadora o se le hubiera frenado o re encauzado el objetivo de la petición?

Me da pena porque las que se quedan en vez de vivir su duelo tienen que volver a la vida ordinaria, trabajar y además pedir dinero, y lucrar con el dolor de la que se supone es su familia. Como la única fuente de ingresos es pedir, pedir, pedir y no se cansan de pedir les envío algunas sugerencias para aquellas de la Obra que leen OpusLibros, para que dejen de sangrar a sus Supernumerarias y Cooperadoras que, si no lo saben, ya están hartas de que se les pida constantemente. Yo he sabido ya varios casos de personas que han dejado el Opus Dei entre otros motivos por eso, se sienten usadas. Por eso les mando algunas ideas para otras fuentes de ingreso, tal vez otros puedan ayudarme a completarla:

1)      Vender algunos metros cuadrados de su proyecto millonario para la Universidad Panamericana en Bosque Real.

2)      Destinar algo de los 13 millones de dólares que cuesta o costó el proyecto de la casa de retiro de Los Pinos.

3)      Vender alguna de las propiedades que se les están quedan vacías

4)      Si realmente viven de su trabajo como predican conocerán que hay seguros de gastos funerarios. Puede ser un momento para considerarlo en los próximos presupuestos. Si el Marqués fue capaz de reclamar un título nobiliario por su mentalidad laical, ustedes podrán ser capaces de reclamar los seguros de Responsabilidad civil tanto del vehículo culpable como de la camioneta en la que viajaban que era de renta y deberá contar con uno.

5)      Quizá puedan detener o cerrar algunas de sus causas de canonización que tanto dinero cuestan.

6)      En otro terreno  más modesto sugiero que el Vicario regional venda sus palos de golf.

 Patricia Martínez