pepito :
El asunto es relativamente claro y sencillo: Antes de la guerra, los buenos padres, que creían tener el monopolio del apostolado entre los jóvenes universitarios, intentaron fagocitar el montaje de Escrivá. Pasada la guerra, él se la devolvió doblada: con su congénita osadía, fue a echar sus redes en las aguas de las Congregaciones Marianas, especialmente en Barcelona. Naturalmente, y el P. Vergés y sus colegas montaron en cólera. Inde illae lacrimae, que decía el poeta.
Pepito
Publicado el Monday, 25 July 2016
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