Hace un año decidí volver a Opuslibros, a aportar mi granito de arena.  A procurar devolver, lo que esta web me ha dado. Fue el 17 de julio de 2015 cuando contesté al SOS de Oleda. Hablamos y me dejó que le acompañara a superar el gran bache por el que estaba pasando, a pesar de los miles de km.,  que nos separaban. Hoy por hoy, nuestra amistad sigue ahí: un día le toca a ella tirar de mí para arriba y otro, me toca a mí.

Con un año de recorrido, son varias las personas que he tenido la oportunidad de conocer.  Cada una ocupa un lugar en mi corazón. Personas a las que les he tendido la mano, para acto seguido encontrar la suya, tendida hacia mí. Así entiendo yo la web y por ello quiero dar las gracias a Opuslibros y a Agustina.

Sin embargo, hoy tengo que mostrar mi desacuerdo por la publicación del último escrito de Dionisio.

Observé con pena el debate político y trasnochado, pensando que ¡menos mal que yo me encontré con Satur cuando tomé la muy difícil decisión de entrar en esta querida página!!!!

Creo que si me hubiera encontrado con estos escritos de tinte político, hubiera pensado que no era el sitio para iniciar mi reestructuración y mi curación. Ni mucho menos, el sitio adecuado para encontrar una mano amiga, que se adaptara a mis necesidades, independientemente de mis ideas políticas…

Por eso, no he entendido la decisión de Agustina, de volver a reabrir el debate ya cerrado.

Nunca he entrado en ningún debate político, disfrazado o no con  adornos históricos. Me parece que nos hacen daño a todos. ¿De verdad alguien piensa que ha habido una sola persona que haya salido beneficiada con este último?. Sinceramente, creo que no. Solo se consigue poner de manifiesto lo que nos separa olvidando lo que nos une. En mi caso tengo que reconocer, que absurdamente he sentido en mi interior, que había “perdido” un amigo en esta contienda.

Aprovecho para añadir que también me parece un daño a este bendito “hospital de campaña” discutir sobre el Papa. Felicito a quienes les guste y lo siento por los que no les guste, pero es otro debate ajeno a esta web.

Todo lo que nos distraiga en nuestra denuncia a la mala praxis de la obra, en nuestra denuncia de los cadáveres, vivos o muertos, que la obra va dejando por el camino, en nuestra denuncia  a la situación que viven los de dentro y que nos distraiga en nuestro afán por apoyarnos entre nosotros y a los que necesitan de nosotros, tener por seguro, que de algún modo lo aprovechará el lado oscuro.

Por último, os invito y me invito a analizar si nuestras intervenciones desembocan con frecuencia en polémicas ajenas al tema que, de verdad, nos ocupa. Tal vez, nos estemos equivocando de sitio.

Os mando un fuerte abrazo a todos. Casi tan fuerte como el que nos da Dios continuamente.

Arancha