Nacho :
Querido Harto: Yo también te he localizado. Si das la pista que has pitado en la misma noche y en el mismo centro y citas a Martincho es, como decía éste, "verde y con asas, un cesto". Cuando se lo descubrías inmediatamente te daba un golpe en el estómago y decía: "Muy bueno tu". ¿Verdad que sí?
Una aclaración: Tu y yo pitamos de numerarios la misma noche. Lo que pasa es que, después del curso anual que tú hiciste en el Colegio Mayor La Estila de Santiago de Compostela, tu seguiste en 'El 5' y yo me fui a Vitrubio en compañía de Pepe, hoy alto investigador de la Universidad de Navarra en el campo médico. Pasado un año recalé en 'oblato', lo que es hoy la entrega de agregado.
Por cierto, Harto (en un principio me había salido tu nombre correcto) no sé si lo sabes. Tú y yo fuimos los primeros que nos hicimos de la obra en aquel curso 1964-65 en 'El 5'. Tu vivías entonces en la calle Juan Bravo. Se más detalles que prefiero que tú guardes en la intimidad.
Ni los primeros, ni los segundos perseveraron, está claro. Luego tampoco continuaron en la obra los que escribieron la carta en aquella temporada: los hermanos Ignacio (ya fallecido) y Javier (periodista) y Fernando, que fue el que primero dijo adiós o prefirió corregir a tiempo. La sangría de los agregados de la que hablaba en uno de mis escritos se pudo confirmar también en numerarios.
Al estar en obras lo que entonces se denominaba 'Lagasca' y hoy 'Diego de León', el Colegio Mayor Montalbán o centro de estudios, éste último se encontraba en Castellana 50, el chalet de un título nobiliario, que tenía reses bravas. 'El 5' dependía de este centro de formación del opus. El inmueble fue devuelto a su dueño y éste vendió el solar a un banco, que hoy parece estar suspendido en el aire.
Cuando yo estaba en el centro Vitrubio, al ser compañeros de la Facultad de Derecho, me llamaste un día. Había estado el fundador y acababa de morir Hernán Cortés del Valle, el primero de Santander, en el que, como sabes, algo tuve que ver. Me transmitías lo que había dicho esa persona que llamábamos 'padre' y hoy no lo hacemos. Sin embargo, con el tiempo, un sacerdote me quería dar lecciones con 'Una historia inventada' como así titulé.
La noche que tú y yo pitamos, también lo hico en el piso de General Oráa, 26 otro numerario. Se llamaba José Félix. Con el tiempo fue el que abordó y atrajo a la obra a Hernán.
No sé si te acordarás. Cuando dejé la obra, recordé tus dos apellidos, busqué el número en la guía telefónica y te llamé. Me contaste lo que te había sucedido, lo de las entrevistas con los padres. Por eso, ahora me doy cuenta donde estás, en una isla. Qué suerte. Eso sí en tu trabajo profesional, que los dos sabemos.
Claro que me gustaría estar en contacto contigo. Mi dirección electrónica la tiene Oreja de Guardia. Seguiré escribiendo como hasta ahora. Cuando me leas, algo de mi corazón estará contigo y, por supuesto, el recuerdo tan bueno que tengo de ti.
Un abrazo.
NACHO
Publicado el Monday, 19 July 2004
|
