Gustavo,

Mi impresión es que ante el alud de denuncias de abusos sexuales a menores por eclesiásticos, la Obra tomó precauciones rápidamente, algunas bastantes drásticas -como el cierre de escuelas rurales con internado- y otras de sentido común, como los cristales en las habitaciones donde el sacerdote confesaba a los jóvenes (me refiero a varones, ya que en lo referido a mujeres es sabido la firmeza con que el Opus Dei deja claro a sus sacerdotes el uso del confesionario y otras medidas de prudencia).

Que a pesar de todas estas precauciones haya habido algún caso de abuso sexual es posible, por la debilidad humana y también, por las numerosas interacciones con niños que se producen en una labor cada vez más enfocada en los menores: campamentos, preceptorías, viajes, etc.

Desconozco si existe en la Obra un protocolo interno a seguir para estos lamentables episodios, que presumo deben ser muy excepcionales.

La película que mencionas, para quienes conservamos la fe (un poco machacada, es verdad), es un trago amargo. Pero (en mi opinión) a diferencia de la fallida "Obediencia perfecta" -la película mexicana donde se trata, con nombres ficticios, el caso Maciel-, Spotlight está bien narrada, ateniéndose con el mayor rigor posible a los hechos y con personajes caracterizados con solidez, lo que permite una reflexión profunda sobre un tema muy doloroso (especialmente para las víctimas).

El punto de contacto con nuestra historia es la reticencia de la Iglesia en "poner el foco" en aquellos aspectos tantas veces denunciados por ex-miembros del Opus Dei: el proselitismo con menores de edad, el mantener ocultos a sus miembros los documentos internos, el abandono a quienes dejan la institución después de años de servicio en ella, etc.

Tal vez la Iglesia sí haya puesto el foco en el modo de llevar la dirección espiritual.

Eso parece haber provocado la tristemente famosa carta del prelado con perlas como esta: "A la vez, como siempre dejó muy claro san Josemaría, los fieles de la Prelatura, al igual que todos los católicos, gozan de plena libertad para confesarse o hablar con cualquier sacerdote que tenga facultades ministeriales: os sorprenderá que os recuerde esta verdad tan clara, pero me interesa mencionarla porque quizá podría ser menos conocida por quienes nada saben del Opus Dei o del espíritu de libertad propio de los seguidores de Jesucristo".

¡Ay, Dios!

Como dice Marty en la película: "Sometimes it''s easy to forget that we spend most of our time stumbling around the dark". (A veces es fácil olvidar que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo dando tumbos en la oscuridad).

CuG