Según informa la prensa, un alto cargo del Vaticano y miembro del Opus Dei, se encuentra arrestado con la acusación de traicionar al Papa Francisco por la revelación de secretos comprometedores. Se trata de Mons. Lucio Vallejo Balda.

No es ninguna novedad que un miembro del Opus Dei revele secretos. Forma parte de la praxis institucional del Opus Dei exigir a sus socios que cuenten hasta sus más profundos sentimientos. Todas las personas del Opus Dei están obligadas a rendir cuentas semanalmente en la "confidencia" o "charla fraterna" acerca de sus actividades.

El caso de Mons. Lucio Vallejo no es excepcional en el Opus Dei. Lo excepcional es que se trate de alguien que ocupa un puesto de relieve en la curia vaticana. Por el declive que sufre el Opus Dei, su crisis de identidad y el abandono masivo de miembros, cada vez hay menos personas de la institución con cargos relevantes en la sociedad.

Las tertulias diarias, la "charla fraterna" o "confidencia" semanal, las conversaciones periódicas que mantienen los miembros del Opus Dei con sus Directores locales, delegacionales y regionales, y todo el conjunto de prácticas que se viven en el Opus Dei, crean el caldo de cultivo necesario para que una persona de esa institución confunda lo que debe y lo que no debe contar.

Desde que se entra en el Opus Dei, y ya desde la primera formación inicial, los Directores repiten hasta la saciedad a los nuevos incorporados algunas "ideas madre" que conforman la inteligencia de los socios de la Obra, en un proceso sutil de manipulación. Todos los que hemos pertenecido al Opus Dei hemos escuchado y repetido en infinidad de ocasiones que "en la charla fraterna o confidencia hay que contarlo todo, absolutamente todo", o que "quien se guarda algo para sí mismo tiene un secreto a medias con el Diablo".

Es tal la confusión mental o despersonalización que puede ocasionar esa manipulación sistemática de las conciencias de los miembros del Opus Dei a través de la llamada "charla fraterna" o "confidencia", que no sorprende lo ocurrido a Mons. Lucio Vallejo, quien ha sido incapaz de conservar el secreto profesional. Tampoco sorprenden ya la cantidad de numerarios/agregados con trastornos psiquiátricos provocados probablemente por el plan de vida que impone el Opus Dei (en el que se incluye la violación de cualquier secreto).

En el caso del Monseñor del Opus Dei arrestado y acusado de gravísimos delitos puede haber una responsabilidad personal clara del propio protagonista; pero no debe ocultarse la responsabilidad de la institución a la que Mons. Lucio Vallejo pertenece (Opus Dei).

El protagonista del nuevo Vatileaks es también una víctima más de los daños colaterales, mentales y morales, que provocan el sometimiento constante y continuo de los miembros del Opus Dei al control de sus Directores a través de la "charla fraterna" o "confidencia" y de los mal llamados "medios de formación". El contexto de espiritualidad opusdeista insana en el que se ha formado Mons. Lucio Vallejo (no olvidemos que Mons. Fernando Ocáriz afirma que "la vocación al Opus Dei es omnicomprensiva") quizás pueda explicar la traición que ha cometido.

Una investigación rigurosa y en profundidad de las acusaciones a Mons. Lucio Vallejo exige tirar de la manta del Opus Dei, institución que lo ha formado (o más bien "deformado").

Desconcertado

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