Comunicados oficiales y abusos sexuales en Gaztelueta

Pelayo, 5/10/2015

En primer lugar deseo manifestar mi solidaridad y apoyo a la presunta víctima de abusos por parte de un docente del colegio Gaztelueta. También me gustaría partir una lanza a favor de la presunción de inocencia del profesor encausado y otra a favor de la presunción de veracidad de las manifestaciones de quien fue sujeto pasivo de uno de los peores crímenes que se pueden cometer. Esta presunción de veracidad encuentra fundamento en el hecho de que haya sido el mismo Papa Francisco quien se ha implicado de forma directa en el esclarecimiento de lo ocurrido, tras recibir un exhaustivo informe. Ahora, el caso está en manos de la justicia civil y canónica y habremos de esperar a que ambas se pronuncien...

Los casos de abusos sexuales a jóvenes menores de edad cometidos en instituciones de la Iglesia católica documentados y denunciados ante las autoridades civiles, normalmente, han salido a la luz pública varias décadas después de los hechos. Las demandas por estos abusos también se han dirigido contra la jerarquía católica porque en muchas ocasiones han obstaculizado las investigaciones, o incluso han encubierto a los culpables para evitar su detención y juicio.

En el contexto mundial, y para asegurar la «rendición de cuentas» de los obispos, el Papa Francisco aprobó recientemente la creación de un Tribunal especial dentro de la Congregación de la Doctrina de la Fe para juzgar los casos de negligencia, incompetencia o arbitrariedad ante los  abusos cometidos contra menores. Cualquier persona podrá presentar denuncias ante el nuevo Tribunal.

Estarán exentas de responsabilidad las diócesis cuando los abusos y otros actos execrables los cometan quienes jurídicamente no tienen ninguna vinculación con ellas, como puede ser el caso de los religiosos y sus colegios, en los que la responsabilidad de lo que ocurra en ellos recae sobre los superiores jerárquicos del Instituto religioso.

Estando así las cosas es lógico que el Obispado de Bilbao en el comunicado oficial que ha emitido, ha dicho que "la cura pastoral del Colegio Gaztelueta pertenece jurídica y canónicamente a la Prelatura del Opus Dei, de modo que queda fuera de la jurisdicción del Obispo diocesano".

Con esas letras el Obispado de Bilbao pretende desmarcarse de cualquier tipo de responsabilidad (sobre todo económica) que pudiera recaerle por los abusos cometidos en Gaztelueta, y lo hace con el único argumento que tiene para desmarcarse: aplicar jurídicamente al Opus Dei el tratamiento canónico que las normas del Código de Derecho Canónico prevén para los Institutos religiosos.

En dos palabras, el Obispado de Bilbao dice que el Opus Dei es una congregación religiosa, y por tanto de lo que ocurra en sus colegios son responsables los superiores de esa orden religiosa; la diócesis y el Obispo de Bilbao no tienen ninguna relación con lo que pudo haber ocurrido en el caso de los abusos de Gaztelueta.

Este comunicado del Obispado de Bilbao, con la maniobra jurídica que contiene para desmarcarse del "caso Gaztelueta", me consta que no ha sentado nada bien al Opus Dei, porque les trata como lo que son, pero que ellos no reconocen ser: una congregación religiosa.

Según el Opus Dei, ellos no son una orden religiosa, y Gaztelueta, por tanto, no es un colegio perteneciente a un instituto religioso. Sin embargo, en ese colegio se imparte formación católica y preparación para los sacramentos (primeras comuniones, confirmaciones, etc...), entonces, ¿el Obispado de Bilbao tendrá alguna responsabilidad in vigilando?, porque el Obispo de Bilbao, Ordinario del lugar, habrá concedido las correspondientes venias y autorizaciones para que el colegio Gaztelueta tenga un oratorio, se celebren los sacramentos, haya clases de religión, catequesis, etc...

Gaztelueta es una "escuela católica" en sentido técnico. La "escuela católica", o bien pertenece a las diócesis, o bien son de titularidad de los Institutos religiosos. Así lo puso de manifiesto el n. 12 del documento "La escuela católica. Oferta de la Iglesia en España para la educación en el siglo XXI" de fecha 27 de abril de 2007, publicado por la LXXXIX Asamblea Plenaria de la Confederación Episcopal Española.

No existe por tanto en España otro modelo alternativo o intermedio de "escuela católica".

Gaztelueta es técnicamente una "escuela católica". Si el Opus Dei acepta pacíficamente el comunicado (el Obispado de Bilbao no tiene nada que ver con Gaztelueta), reconocen también que es una "escuela católica" perteneciente a un Instituto religioso, es decir, un colegio de una orden religiosa.

Si el Opus Dei matiza el comunicado del Obispado de Bilbao, pone en un brete al mismísimo Obispo en cuanto a la responsabilidad que pueda tener la diócesis de Bilbao en caso de que haya condenas. Si el Opus Dei niega su identidad como Orden religiosa pero regenta un colegio que no es diocesano, en el que imparten religión y formación católicas, lo harán, suponemos, con permiso del Obispado. Alguna responsabilidad, al menos in vigilando, tendrá que tener el ordinario del lugar (Obispo de Bilbao) de lo que ocurre en un centro que es marcadamente católico, aunque no sea confesionalmente católico.

En definitiva, creo que si el Opus Dei apoya el comunicado del Obispado de Bilbao, está reconociendo que son una orden religiosa, exenta de la jurisdicción del Obispo; y si lo matizan, harán culpable al Obispo de Bilbao de la responsabilidad civil que pueda derivarse de los abusos sexuales cometidos contra un menor en Gaztelueta.

En cuanto a la responsabilidad canónica, si el Opus Dei apoya el comunicado del Obispado de Bilbao, y se reconocen como Orden religiosa, únicamente serán responsables los superiores del Opus Dei, es decir, el Prelado y sus consejos. Si el Opus Dei matiza el comunicado del Obispo de Bilbao, de manera implícita está imputándole una responsabilidad que podría costarle su destitución.

Buenos y expertos canonistas hay que podrán corregir o matizar estas consideraciones.

A ver cómo sale de esta el Opus Dei. A veces me planteo si la ficción que han hecho en el Opus Dei, nombrando a Fernando Ocáriz como "Vicario Auxiliar" no obedecerá a una orden o sanción del Vaticano para apartar a Echevarría.

Pelayo