Felicidades y gracias por tu valentía de contar las luces y sombras de ese personaje opusino beatificado en vida. Tu testimonio vale su peso en oro, destila sinceridad y realismo, ese señor reflejó el auténtico espíritu opus, no el que predicábamos, sino "lo que da de sí" el "espíritu" cuando se vive en ese ambiente y eres uno de los "favorecidos" por ser el "fundador" o "iniciador" de algo importante. En este caso la clínica de Navarra, en mucho de lo que cuentas se ve la viva imagen de "su padre" espiritual.

Arbitrariedades, hacerse notar, pretender ser mejor de lo que uno es, humillar al de abajo y hacer la pelota al de arriba además de sablearle. Qué feo actuar y qué actitud tan corriente en la humanidad, yo no sé qué tiene de santo.

Parece que al menos sabía de medicina.

Eso de que con el tiempo se anquilosó, debería de hacer reflexionar.

Conocí muy de cerca a familiares suyos, esposa, hijos... y también a alguna numeraria con la función de iniciar el proceso de beatificación por las tertulias de los centros, contando la imagen edulcorada de todos los santos opus prefabricados.

Reitero las gracias y felicitaciones, artículos así, son los que sacan del sopor y del "sueño dogmático" opusino que todavía padecemos.

Otro tema: Interesantes las condiciones psicológicas de los pescados, pero evidente que hay que unir la psicología a la sociología y a la historia general de España como hace Ramón. Es un conjunto, un contexto muy peculiar el de la entrada masiva. Me he ocupado tan largo y tendido del tema que no voy a sobrecargar, quien quiera que mire en mi blog o aquí todos los artículos sobre aspectos históricos, sociológicos, políticos.

Añádanse las condiciones familiares de cada uno.

El Opus lo era todo en España cuando entramos la mayoría.

Y ahora se oye menos, pero recuerdo que siguen ahí y que una parte nada desdeñable de la clase media está dispuesta a sacrificarse económicamente para pagar sus elitistas colegios. No acabamos de espabilar.

Por eso reitero mi felicitación a Corzo, porque escritos como ese son un gran aporte y muy necesario, nos vamos a morir sin conocer las grandes falacias con las que alimentaron nuestra juventud. Animo pues a todo el que sepa más.

Ana Azanza