Mucho se ha hablado del Opus Dei en relación con la Psiquiatria. Quisiera únicamente plantear algunas reflexiones sobre este asunto. Leyendo muchos testimonios sobre este tema, se puede sacar la idea de que cuando un numerario presenta problemas de vocación que provoquen una descoordinación en el mecanico engranaje de su vida en el Opus Dei, los directores nunca se plantean si algo está mal en la Obra para corregirlo. Se limitan a usar una batería de recursos para que el numerario vuelva a "funcionar" dentro del engranaje. Uno de los recursos que practican en casos especiales es intentar utilizar la Psiquiatría para arreglar el desajuste.

Las personas normales van al médico psiquiatra cuando en su interior perciben que pueden tener algún conflicto o enfermedad mental de cierta importancia. Esta debe ser una decisión totalmente libre, y la persona la lleva a la práctica cuando quiere, donde quiere y con quien quiere. La persona puede pedir consejo sobre el asunto a familiares y amigos pero la decisión y la iniciativa son suyas.

En el caso de los numerarios (personas que bajo ningun punto de vista llevan una vida normal), leídos los testimonios aquí aportados se puede pensar que, en este tema, pueden cometerse varios tipos de irregularidades, a saber:

1) El numerario, por lo general, no tiene libertad para tomar la decision de ir al psiquiatra, sino que lo hace por orden del director (previa deliberación con los miembros del consejo local, sacerdote, miembros de la delegación). Eso es una intromision de varias personas en el fuero interno del individuo, privándolo del derecho a decidir el ir o no ir al médico.

2) Al numerario no le permiten ejercer la libre elección de psiquiatra sino que los directores son los que lo eligen. Esto es privarlo del derecho a la libertad de elección de médico. Y escogen al médico más adecuado a sus intereses, generalmente miembro de la Obra, previamente adoctrinado. 

3) El hecho de que los directores elijan a psiquiatras de la Obra previamente adoctrinados, hace que ese acto médico no sea libre y profesional, porque el psiquiatra ya está previamente teledirigido para hacer diagnósticos y recomendaciones vitales, psicólogas y psicofarmacológicas encaminadas primordialmente a mantener la perseverancia en la vocación del numerario y no a un correcto diagnostico y tratamiento psiquiátricos.

4) Despues del acto médico, el doctor no está autorizado a hacer ningun tipo de comentario con nadie, salvo que el paciente le de explicitamente su permiso (es algo análogo al secreto de confesion). Todo lo hablado debe quedar reflejado en la Historia Clínica, cuyo secreto esta garantizado por la Ley de Proteccion de Datos y cuya violación conlleva responsabilidad civil y/o penal para el médico. Es decir, que el psiquiatra no puede hablar ni con directores ni con curas pues violentaria gravemente su etica y moral profesional aparte de cometer un delito.

5) Peor es el caso de que el médico elegido no sea un verdero especialista en psiquiatría debidamente colegiado, sino un médico de Medicina General u otra especialidad médica, pero eso sí, "muy de casa". Pues en este caso, a lo anterior habría que añadir conducta temeraria del médico por abordar casos clínicos para los que no está adecuadamente preparado y en algunos temas, no autorizado a tratar. 

6) Mención especial merecen los casos de los que se suicidan, muchos de ellos rodeados de oscurantismo. Ante ellos, cabe preguntarse si la atención a la persona fue en todo correcta por parte de los directores y los médicos que hubieran intervenido. Sin descartar que en algunos casos, los familiares o cualquier otro conocedor del caso pudiera pedir intervenir a la Justicia.

7) en resumen, el psiquiatra o médico que se preste a estas prácticas esta violentando la ética y la moral profesionales y cometiendo acciones delictivas.

8) Si algún numerario siente que necesita ayuda psiquiátrica le recomiendo que busque un médico psiquiatra colegiado, de prestigio contrastado, que no sea miembro ni tenga relacion alguna con el Opus Dei. Y que no tolere la intervención de ningún director ni cura de la Obra.

Orange