Publicado en Levante

Un docente demanda al colegio de Betxí Miralvent por discriminación ideológica

El centro asegura que no hay motivos de ideario y se le despidió por criterios «estrictamente profesionales»

10.01.2015 | 04:15

Un docente demanda al colegio de Betxí Miralvent por discriminación ideológica

nacho martín | castelló El Juzgado de lo Social de la Audiencia Provincial de Castelló ha celebrado esta semana un juicio en el que un profesor acusa al colegio concertado Miralvent (emplazado en Betxí) de haberle despedido de forma improcedente por «discriminación ideológica o religiosa» al no ser cercano a los principios del Opus Dei».

A este respecto, la dirección del colegio negó cualquier tipo de represalia ideológica y subrayó que simplemente se trató de un despido por cuestiones profesionales y que el perfil docente no se ajustaba a las necesidades de la entidad educativa. «La dirección del colegio, ante esta acusación, manifiesta que los criterios de selección y contratación son estrictamente profesionales y no hay más. No hay en absoluto ninguna cuestión ideológica y ni siquiera vamos a entrar en ello porque no tiene ninguna razón de ser», apuntaron desde la dirección del centro.

Por contra, el denunciante esgrimió en el juicio que su profesionalidad nunca había sido puesta en cuestión y adujo que en segundo de bachillerato había logrado como profesor de lengua castellana los mejores resultados de la historia del centro en selectividad.

Además, alegó que la propia dirección había admitido que se trataba de motivos ideológicos. «Simplemente en julio de 2014 me comunicó el director que no ha habido quejas de padres ni de alumnos, y sobre la forma de dar las clases sólo hay que ver los buenos resultados de tu asignatura en selectividad, pero... busco a alguien más próximo a los principios y valores de Fomento (Opus Dei)».

Este extremo fue negado de forma rotunda por el colegio, que apuntó que había carencias del perfil profesional que detonaron el despido. «Es cierto que hay una promoción que salió muy bien con resultados de selectividad muy buenos, pero el mismo profesor daba clase en otros cursos y los resultados de la Evaluación Diagnóstica fueron malos. Tras una evaluación global, no era acorde al perfil porque este profesor tenía problemas de orden, autoridad y disciplina».

Esta fue la versión definitiva del centro, que no quiso ahondar más en el debate, aunque considera que la demanda del docente tiene escasos visos de prosperar.

Mientras tanto, el profesor insiste en que se le sustituye por otro docente hasta la fecha becario «que es miembro del Opus Dei y que cuando estaba haciendo sus prácticas aprovechaba para meterse en mis clases y darme indicaciones sobre cómo debo hacer yo el examen de evaluación y marcarme la secuenciación de las unidades didácticas».

Asimismo, el docente despedido hace hincapié en que se trata de un colegio privado concertado financiado con fondos públicos y que debe regirse por principios de igualdad en la contratación de docentes y en lo relativo a la libertad de cátedra.

Estos principios son los que precisamente asegura que defiende la dirección del colegio, que destaca por ser el único de la provincia que divide las clases por sexos, una opción que ha sido duramente criticada por los sindicatos docentes mayoritarios y por los partidos políticos de la oposición.

A este respecto, el colegio siempre ha defendido que se trata de una alternativa no discriminatoria y que simplemente persigue adaptarse a los diferentes ritmos de crecimiento y de aprendizaje de hombres y mujeres.

De uno u otro modo, las críticas al modelo prosiguen y forman parte del contexto en el que el profesor denunciante ha alegado discriminación ideológica. El Juzgado de lo Social de Castelló tendrá la última palabra.

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