Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Tus escritos: Afectos.- Zartán

040. Después de marcharse
zartan :

Hace poco estaba “guasapeando” con una naufraga (ex n de una prelatura) y le comenté que unos días más adelante vendría a cenar a mi casa otro naufrago que había quedado muy dañado en su experiencia IN.

La cosa le sorprendió enormemente y, por tanto, empecé a explicarle que no había nada de raro en eso a pesar de la diferencia de edad, que en mi familia le hemos tomado un cariño enorme todos y que, de vez en cuando, se viene a cenar con nosotros...

Mi interlocutora (no sé si se puede aplicar esta palabra a una persona que contactas a través de whatsapp) me dijo que lo de la cena sí es normal pero que eso de “salir dañado” es lo que le resultaba raro. A este punto se cambiaron los papeles y yo era el sorprendido:

- Mira, no sé si es que yo soy una especie de pararrayos y atraigo a gente dañada, pero no es el primero. No sé, ni me interesa, si el problema era antecedente o consecuente con su paso por la institución, lo único que me importa es ayudarlo en lo que pueda pero, te aseguro, que ha necesitado ayuda profesional de cuanto psiquiatra, psicólogo y psicoteracosas hay sobre la faz de la tierra. De una forma u otra todos salimos con alguna tranca.

- ¿Tu crees que yo también tengo alguna? Yo me considero muy normal.

- Todos nos consideramos normales pero creo que alguna marca nos queda.

- ¿A ti te ha quedado alguna?

- Pues claro.

- Dame un ejemplo.

- Para mi que estoy tocado en lo que se refiere a demostrar afecto.

- ¡Anda ya! No te creo.

- No es que no quiera a la gente (que si que sé querer) es que me cuesta mucho demostrarlo o decirlo.

- Pero eso será porque tú eres así y no porque te haya marcado el tiempo IN.

- Si, admito que un poco soy así pero hagamos una prueba: estamos a miles de kilómetros, entre nosotros no hay ninguna tontería ni posibilidad que la haya, ahora te voy a mandar una frase y luego tu la copias y me la mandas a mi: Te quiero un montón

- [silencio]

- [más silencio]

- Jajajajaja, ¿ves? No puedes. A eso me refería, a nosotros nos quedó la tranca de que toda muestra de afecto es mala. Podemos servir el café pero no podemos decir a alguien con naturalidad que lo queremos.


Dependiendo del tiempo que hemos pasado dentro y la condición en la que estábamos (los más marcados los n, luego los agd y finalmente los s) el paso por la institución nos ha dejado huella. Nada es gratis.

A unos, como a mí, nos habrá quedado esa tranca afectiva, a otros la dificultad para tomar decisiones propias o cualquier otra cosa. Cuando el número de “trancas” sobrevivientes es demasiado alto o son muy intensas, el daño se hace evidente y deja de ser una peculiaridad para pasar a ser una patología.

También existe la llamada anti-tranca, tranca reactiva o retrotranca que es un fenómeno consistente en que, si algo no lo podías hacer porque “no es de nuestro espíritu” o “desdice del cargo y posición que ocupas” o, simplemente, “porque está previsto que no se haga” … ahora TIENES QUE HACERLO POR PELENDENGUES, te guste o no.

Una amiga mía en cuanto llega la primavera destierra cualquier cosa que tenga mangas porque durante su estancia en la institución, al parecer, un algo sin mangas era considerado tan pecaminoso como para merecer una excomunión late sententiae. En este caso ningún problema ya que a ella le gustan las camisas y demases sin mangas y, además, le quedan bien (que de eso entiendo).

Hay otros casos en los que la psico-retro-tranca juega en contra de los gustos personales: tengo otro amigo naufrago al que le molesta mucho el ruido fuerte, pero como durante su período IN no pudo ir a ninguna discoteca, ahora se apunta a cuanto festorro encuentra sin importarle la contaminación acústica, va aunque los decibelios formen bolas en las trompas de Eustaquio. Se está convirtiendo en adicto a la aspirina.

Trancas para todos los gustos y en todas las cantidades y sabores y para todos. ¿Qué hacer? Pues identificar la tranca o la retro-tranca (en esto nos puede ayudar alguien que nos quiera bien ya que todos nos consideramos normales) y decidir si queremos o no tomar medidas correctivas.

El muy astuto de Aristóteles y -lógicamente- también el copión del aquinate, decía que los hábitos buenos (virtudes) se refuerzan con actos en ese sentido y que, al cabo de un tiempo de repetirlos, dan a las facultades una disposición añadida a su tendencia natural. Por tanto, si vemos (o alguien nos hace ver) nuestra tranca específica, lo primero es pensar si queremos o no quitarla y, si es que si, empezar a realizar actos en ese sentido. Los primeros nos costarán sangre, luego menos y después … como si tal cosa (eso espero).

Por mi parte he empezado por mandar un mail a mis tres o cuatro amigos más cercanos diciéndoles que los quiero. Por ahora solo mail, más adelante tal vez consiga decirlo a la cara. Puede que alguno piense que he salido del closet, me importa un rábano ya que en mi selva no hay closet de ese estilo, lo que hay son zapatos chinos y de este pienso salir dando abrazos hasta a los mandriles que es de lo peorcito que hay en la selva (son unos chorizos).

Desde mi selva, en mi árbol preferido, un abrazo a cada uno de los que pasan por aquí y mis mejores deseos para el 2015.

Zartan de los Nomos


Publicado el Monday, 05 January 2015



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 040. Después de marcharse


Noticia más leída sobre 040. Después de marcharse:
El arte de amargarse la vida.- Paul Watzlawick


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.125 Segundos