JackBauer :
Llevo meses dándole vueltas al tema; impulsado también por escritos recientes como la elección de Antonio de ser la hora de pasar a la acción para cambiar lo que no funciona (“El anonimato, la función de Opuslibros y la opinión pública”, 24/11/14) y conectando con algunas ideas de Jaraysedal (“El Opus Dei y la opinión pública”, 26/11/14), he estado reflexionando sobre la necesidad de la reforma, que de una forma u otra, creo que debe hacerse, de forma necesaria y más o menos urgente (me gusta pensar -desde mi optimismo idealista- que todavía es posible), aunque respeto la opinión de otr@s lectores que prefiriesen que nunca hubiera existido o que opinen que el sueño de cambiarlo es algo irrealizable.
- por nosotros mismos, para justificarnos que entregamos nuestra vida por un ideal noble pero mal ejecutado, que ha dejado en nosotros -a parte de lesiones más o menos diversas- la sensación de no entender muy bien por qué lo hicimos.. y el sentido de la vida.
- por nuestros familiares que siguen esta espiritualidad, bien como miembros célibes o normales: para que tengan un mejor futuro.
- por la sociedad que nos rodea: se merecen un Opus Dei mejor, más desinteresado, que no enrole a jóvenes y les (nos) robe la vida y la juventud y poder volver a ofrecer el carisma sin defectos.
- por la propia institución, por su futuro, y sobre todo por Dios: los de dentro no van a mover ficha para no faltar a la unidad; y de alguna forma, nosotros los “metamiembros” somos los únicos que tras nuestro paso mantenemos la objetividad por no estar controlados por el correspondiente adoctrinamiento.
El modo -se me ocurre- tal vez tenga que pasar por hacer un congreso virtual (también por miedo a las temidas represalias en nosotr@s o nuestras familias) para poder hacer una lista de recomendaciones (incluso por miembros, que así pueden aportar sugerencias sin tener que pasar por el filtro “directorial” del “buen espíritu”) y hacérselas llegar al actual Papa, auténtica bendición de Dios para poder enderezar el rumbo de la barca de Pedro. Otras ventajas de ser virtual es que, a parte de poder participar ex e in y ajenos, pienso que se pueden organizar diferentes mesas de trabajo con mínimos gastos y la gente de otros países puede también participar sin tener que desplazarse. De nosotros depende.
JackBauer
Publicado el Wednesday, 03 December 2014
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