Desearía hacer una observación sobre tus acertadas reflexiones del 29.08.2014: Antes muerta que sencilla. En mi escrito del 27.08.2014 no quise decir –tal vez me expresé mal– que el Opus sea capaz de “revisar y subsanar viejos errores”. Tan colocado no estoy. Quería decir que o bien las leyes civiles o bien los tribunales tendrían que obligar al Opus a “revisar y subsanar viejos errores” comportándose con justicia con Antonio Esquivias y otros ex miembros. 

El avance en el proceso de humanización, al que me referí en mi escrito, estaba dirigido a España, no al Opus, el cual supone un retroceso en muchos ámbitos. Por ejemplo, la España –no el Opus– de los años 90 del siglo XX logró que Illanes se portara bien, como expliqué en mi escrito del 1.09.2014: puesto que los numerarios de la Obra de Escrivá tienen una psicología a modo de Jano (“fuera”/“dentro”), en cuanto Illanes se vio obligado a cumplir un encargo recibido desde “fuera”, esto es, desde la Conferencia Episcopal, no tuvo más remedio que obrar con sentido de justicia. En cambio, “dentro” del Opus un comportamiento como aquel de Illanes sería impensable. Esto es lo que quise decir en mi escrito del 27.08.2014. En el hipotético caso de que el profesor Illanes haya leído ese escrito, cosa que no creo que haya hecho, estoy seguro de que hubiera entendido mi mensaje a la primera.

Por eso, hemos de dar nuestro apoyo a Antonio Esquivias, para lograr que alguna autoridad del Estado (el Defensor del Pueblo o el Ministerio de Trabajo o el Congreso de los Diputados) escuche su justa reivindicación. La Obra de Escrivá, como bien dices, nunca la atenderá: antes muerta que sencilla.

Cordialmente

Josef Knecht