josef knecht :
Me alegré de comprobar que mi
artículo dedicado a
la complicidad de los obispos españoles con el Opus Dei se publicara en
Opuslibros el mismo día, 27 de junio de 2014, en que Guillaume publicó sus
conclusiones del derrumbe del mito Escrivá-Portillo. Y me alegré
porque, en el fondo, los dos artículos tienen un punto coincidente. Tal vez se
pueda sostener que la protección otorgada al Opus por don Leopoldo Eijo y
Garay, obispo de Madrid-Alcalá desde 1923 hasta su fallecimiento en 1963, haya
servido de precedente y de modelo a otros obispos españoles en el trato que
estos darían al Opus años después.
Eijo y Garay sacó al Opus
naciente de muchos problemas y le dio un apoyo fundamental para su posterior
desarrollo. La protección de don Leopoldo ha contribuido, a modo de ejemplo,
para despistar a muchos obispos españoles, que no han sido capaces de ver en la
Obra de Escrivá el grave problema eclesial que ella encierra. Ya sé que, sobre
todo en los años del así llamado postconcilio, algunos obispos no simpatizaban
con el Opus y mantenían serias reticencias con la labor pastoral desplegada por
éste; pero esos años de cierta disonancia duraron poco tiempo, pues en el
pontificado de Juan Pablo II la Obra de Escrivá aumentó mucho su poder eclesial
a consecuencia, en este caso, del apoyo del romano pontífice, y los obispos
españoles volvieron a relacionarse con el Opus de manera parecida a como lo
había hecho en su época don Leopoldo Eijo y Garay.
Josef Knecht
Publicado el Monday, 30 June 2014
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