Alejandro, me has tocado la fibra, buena persona y una…

Mira termina la frase de la manera más ofensiva que te parezca, pero nunca me ha parecido más ofensivo que me llamen buena persona. Yo no soy buena persona, soy malo, malísimo. (somos malos de verdad, como los hermanos malasombra, los que sepan de qué hablo ya pintan canas) Recuerdo ahora dos dichos, una de mi tierra España “las chicas buenas van al cielo, las malas a todas partes…”, y otra la de tu San Josemaria, que no recuerdo literal, pero algo así como que no éramos buenas personas que se unían  con otras buenas personas, para hacer algo bueno, si no santos llamados por bla, bla.

Mira, será porque estoy quejicoso, o porque el sentido en español de buena persona es ambivalente, semejante en ocasiones a tonto o pobre hombre, pero a mí no me digas que  nos fueron, ¿nos fuimos?, ¿se fueron ellos? (divago), porque soy buena persona, pero claro, un poco tonto, no me formé bien, no fui capaz, etc.

En ciertos actos administrativos se sigue diciendo que el interesado puede ir acompañado de un “hombre bueno”, pero si en el acta alguien pone que va acompañado de un buen hombre o una buena mujer, seguro que el susodicho se siente ofendido.

Lo normal, al menos en esta España de mis entrañas, es empezar la frase diciendo: “ es un buen hombre pero… de bueno se pasa” (en definitiva es gili)

Mira este es el sentido que me parece nos has querido dar, y sí, pudimos ser tontos por tragarnos la bola que nos metieron (a lo mejor más que tontos resulta que nuestra inteligencia era la de un púber de 14,5 años y ellos eran universitarios de últimos años, algún licenciado y algún cura con su Don y doctorado y todo), pero mira para lo que has escrito me quedo con que la Opus es perfectísima madre guapa la obra, y yo un judas por cuya alma ni tú, ni tu San Josemaria ni tu futuro San Álvaro daban más de cinco duros (algo así como dos o tres céntimos de euro), en serio, lo prefiero mil veces, no hace falta que me tengas pena, un judas no lo merece, quédate tú y tus buenas personas, opus incluidos, con tu lastima para mejores personas, no, ni lo merezco ni lo quiero merecer.

Sirdan.

PD: Ya me decía Don Mernabo que mi pecado era de soberbia, pero eso… son cosas de mi carácter, ja!.