arnust :
Hace tiempo que me ronda en la cabeza si escribir
esto, o no. Pero decido hacerlo porque puede ser bueno.
Cuando llegué como subdirector a un centro de san
Rafael, con club juvenil para alumnos de educación media, me topé con la
paradoja de que un instructor de chicos de 15 años no salía a acampar con su
grupo, y al ponerme un poco necio en el Consejo local para que abandonara su
comodidad y se fuera a dormir a los montes, acabé sabiendo que tenia indicación
de los directores de la comisión regional de no participar en actividades en
las que tuviera que dormirse con los muchachos. La razón: que en algunas
ocasiones así había acariciado en el área genital a los chicos mientras éstos
dormían.
También me dijeron que el involucrado se estaba
dejando ayudar y que tenía buenas disposiciones. Con eso y con la sapiencia de
los directores mayores, quedé muy tranquilo. Posteriormente pasó algo similar
con otra persona y se actuó de la misma forma. Obviamente, aquello no quedaba
exento de la extrañeza de los más jóvenes de la Obra que veían absurdo que los
más experimentados no atendieran la labor de san Rafael en esas actividades,
que a la sazón, se prestan para convencer a los pitables que dieran el paso.
En otras ocasiones no fue tan grave la situación,
se limitaba a correcciones fraternas a aquellos que abrazaban mucho a los
chicos, o aquél otro que siendo adulto hacía su plan apostólico de ir a pasar
toda la tarde en casa de un jovencito, o demasiada cercanía en las albercas.
Nunca supe cómo abordar las situaciones más
delicadas. La única forma en que nos enterábamos era por la confidencia del
responsable que se acercaba a la "charla fraterna" a pedir ayuda y
pensaba que el sancionar tales conductas públicamente, sólo llevaría a que
nunca más volvieran los involucrados a manifestar cosas así. Viene al caso
aquello de "la ropa sucia se lava en casa" y de que la obra tiene
toda la "farmacopea".
Años después llegó una nota de comisión en la que
se hablaba del tema de la pederastia, su gravedad y la prescripción de los
delitos; así como la forma de proceder. Ahí caí en cuenta del caldo de cultivo
que eran aquellos clubs para personas con esas inclinaciones, y el círculo
protector que se generaba en torno a quien manifestaba "buenas
disposiciones" de luchar contra aquello.
Es un tema del que no he visto muchos comentarios
en la página, pero me gustaría saber si era algo aislado que me tocó vivir de
cerca o se trata de algo generalizado consecuencia del crear vocaciones al
celibato con tal de cumplir metas de 500
vocaciones.
Arnust
Publicado el Wednesday, 07 May 2014
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