Cuando yo era un niño, y aún  no había pitado, había un programa de radio muy famoso que era algo así como el consultorio Francis. Escribiendo  verdaderas o simuladas consultas, se escuchaban auténticos  dramones para aquel entonces (estilo: mi novio me ha hecho una barriga y no quiere saber nada de mí, pero yo lo quiero, ¿le debo seguir viendo?). Pues bueno, con todo cariño, y si tu carta no es simulada empezaré como empezaba la señorita Francis.

Querida Amiga:

Leo con preocupación tu carta llena de nobles sentimientos y honda reflexión espiritual, pero, si lees estas páginas con frunción porque tus “amigas de dentro” no te van a contar la verdad, ¿crees que merece la pena seguir con esta cuestión? Me alegro que por ahora seas célibe, (si retomas ahora las clases de confirmación sospecho que eres muy joven)  pero esa no es la cuestión, la cuestión es que si no te fías de tus amigas porque te engañan, ¿Cuál es el motivo para apuntarte a una organización mentirosa? Da lo mismo que te cuente como va  a ser de desgraciada tu vida, si has leído estas páginas tienes información de sobra, lo único que quiero que te pienses es si tus dudas para pitar o no, vienen motivadas porque así serás mas hwai entre tus amigas (eso sí, solo de agregada que parece menos comprometido, pues no, lo que es, es apuntarse a ser más pringada). Mira como a la chica de la barriga, no es cuestión de estar un poquito embarazada, si te apuntas pues ya la has ….

Tu amigo:

Francis, digo Sirdan.