jaumegarciamoles :
Quiero añadir
unas pequeñas observaciones a los
dos magníficos artículos de Simplicio sobre el
remiendo fallido que Pilar Urbano quiso poner sobre los explosivos datos
ofrecidos por Marcus Tank.
Simplicio ha
descrito con claridad meridiana los cortes realizados sobre los documentos
originales por el autor o autores del escrito de Pilar Urbano.
La evidencia
de esos cortes me ha llevado a descubrir por qué el documento de Portillo
resulta casi ilegible: como si lo hubiera escrito con tinta casi transparente.
Y es que cuando se corta y pega, y luego se fotocopia, siempre queda huella de
los bordes del corte, como líneas rectas muy tenues. A menos que se reduzca
tanto el brillo y el contraste que esas tenues líneas desaparezcan.
En otras palabras.
La manipulación no ha consistido sólo en preparar la composición de los diferentes
recortes para que parezca que los documentos presentados en el "texto
ampliado" sean ampliación de los del "texto minúsculo", sino en
manipular luego el documento resultante para hacer desaparecer las huellas
incriminadoras de los cortes. No es difícil, pero hay que saber cómo hacerlo.
Con todo, la manipulación deja huella, en este caso la semitransparencia de la letra
de Portillo. También es semitransparente la letra de Echevarría en su documento
azul: ¿tendrá también gato encerrado?
Creo que todo
eso es una indicación de que el documento se lo han dado cocinado a la
periodista, sobre todo si es tan torpe para las cosas corrientes como retrata Junio
en su aportación del lunes.
Sin embargo,
sea de Urbano o de la prelatura, la exhibición ilegible del "texto
minúsculo" es una prueba más del dicho "excusatio non petita..."
Si las fotocopias hubieran sido corrientes, o sea decentes, no habría habido
necesidad alguna del truco de añadir las estampitas. Esto es una prueba más de
la intención de engañar que rebosa todo el asunto, desde 1942 hasta el día de hoy.
Otra cosa,
ésta para Simplicio. Me ha dado la impresión de que quiere dedicar otra entrega
a estudiar el segundo documento de Echevarría, sobre el cual le ofrezco dos
sugerencias y unas preguntas para él o para cualquiera de los lectores que
pueda echarle una mano.
La primera es
que, cuando yo lo leo y lo releo, me da la impresión de que Echevarría --que
escribe no se sabe cuándo-- no afirma que Escrivá llegara a contarle su vida a
Pablo VI. Más bien, con relación a lo sucedido entre 1947 y 1950, sólo dice que
Escrivá manifestó a Pablo VI el deseo de referir una serie de hechos,
"siempre que al Santo Padre le pareciera bien. Pablo VI, conmovido, ha
comentado que luego olvidara esos sucesos porque eran cosas pasadas". En
cuanto a los sucesos explícitamente mencionados por Echevarría como relativos a
las intenciones mitrales de Escrivá, Echevarría dice, también de modo equívoco:
"Le quería también explicar el Padre que D. Alvaro..., comentaba el Padre,..."
Como se ve, Echevarría no dice "le explicó" sino, como antes, que
"le quería explicar." Me parece una ambigüedad calculada.
La segunda,
fijarse en la fecha de la audiencia: 10 de noviembre de 1964. Y compararla con
la fecha del famoso quirógrafo: 1 de noviembre de 1964.
Parece que
Echevarría estaba presente en esa audiencia. Es de suponer que también lo
estaba Portillo. Las preguntas son sobre todo para los de dentro: ¿Tiene algún
lector información sobre una foto que, me parece recordar, estaba en los
centros y en la que se veía a los cuatro, de pie: Pablo VI, Escrivá, Portillo y
Echevarría? ¿Estará explicada en Crónica, Noticias u Obras de ese mes, esa foto
y el dato que falta, a saber cuándo y dónde entregó Pablo VI el quirógrafo a Escrivá?
¿Hay más textos internos, o publicados por los hagiógrafos, que den datos sobre
esas entrevistas, por ejemplo que recojan otras secciones de la descripción que
Echevarría hizo de esa audiencia? ¿Cartas del Colegio Romano?
Jaume García
Moles
Publicado el Wednesday, 23 April 2014
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