Camino :
Hola, estoy de acuerdo con Pitada en su correo de ayer sobre o que dice del libro de Ana Azanza. Sólo he leído el capítulo que ha publicado la web, pues no tengo acceso al libro, pero pienso que sí cae en el chismorreo y a veces en una falta de caridad al airear cosas personales de gente con la que vivió y se suponía eran su familia. Por ejemplo lo de aquella numeraria mayor que estaba enferma y daba la lata a las demás con su enfermedad. En todas las familias se tienen que aguantar eso, pero por encima está el amor, se supone, o si no, tampoco hay necesidad de contarlo. Eso parece muestra de la falta de verdadero amor en los centros: los enfermos son una carga. Tampoco me parecen prudentes algunas cosas que cuenta de sí misma, como su forma de conseguir la beca, dando nombres y apellidos. Pienso que los nombres y apellidos sólo deberían hacerse públicos cuando las personas que los llevan tienen cierto poder en la sociedad, como por ejemplo políticos, intelectuales...
De todas formas, admiro la capacidad de entrega de Ana Azanza y su paso valiente de salir del opus. Hay muchas cosas de las que se puede aprender en ese libro. Tal vez lo ha escrito un poco pronto y le hace falta reposo después de todo lo que ha vivido allí. Sí le deseo mucha suerte en su nueva vida.
Saludos,
Camino
Publicado el Wednesday, 07 July 2004
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