manzano :
Alcanzó la mayor gloria una vez
fallecido con su canonización. Pero no alcanzó un episcopado, tampoco la
categoría de mártir a pesar de que hizo todo lo posible en vida para parecerlo.
Ese guante se lo recogió Del Portillo declarando a la muerte de su fundador que
por su intenso sufrimiento, Dios le conmutó cada tres de vida años por uno.
También su “roca” se ocupó –ilegalmente- de auparlo a los altares mediante una
increíble aportación a la “positio” atribuyéndole todas las virtudes posibles y
en grado heroico.
Sólo nos faltaba, como nos recuerda Giovanna
Reale el pasado 21 de Marzo, que un periodista, el Sr. S. Aragonés,
cooperador orgánico de la Prelatura y ex-director de Europa Press en Cataluña,
publicara recientemente en un medio escrito de ámbito nacional un panegírico
del próximo beato, aprovechando la ocasión –no podría ser de otra forma- para
ensalzar la “gran humildad” de Escriba.
No me resisto a transcribir unos
párrafos de dicho artículo, no tienen desperdicio, pues ponen en relieve las
capacidades y el talento de Del Portillo. También de cómo era y sigue siendo la
mentalidad de esa organización tan desorganizada: (la negrita cursiva subrayada
es mía)
“De repente apareció la figura
serena de D. Álvaro. Nadie le esperaba. Informó con todo detalle
de cómo transcurrió la jornada del fundador ese 26 de Junio hasta el momento de
su fallecimiento. Me sorprendió su gran serenidad y la minuciosidad
con que contó los hechos”.
"Los periodistas nos quedamos
impresionados por la cantidad de datos y la apertura informativa
que nos dio"
“Ávaro, con esa capacidad de
síntesis que tenía,... a los casados dijo que la familia era el
mejor negocio de este mundo”.
“Había que querer mucho a nuestras esposas
¡con sus defectos!, matizó, y a nuestros hijos”
Una forma más de demostrar que hay
una serie de importantes hechos históricos que atañen a la propia vida del
ensalzado y a la del fundador que han ocultado con alevosía, no por falta de
memoria. Siempre aparentando lo contrario de la realidad, son unos artistas.
La mentalidad mercantil de la
institución, su pasión por el éxito, el poder y la fortuna terrenal. Nada que
descubrir de nuevo, pero que sin darse cuenta lo sueltan como si fuera lo más
natural, como si fuera lo más evangélico. ("La familia el mejor
negocio": ¿A qué familia se refiere?).
Y finalmente, ese rancio carácter
machista, esa trasnochada mentalidad de Escriba donde la mujer siempre sale
malparada!
Y si la praxis del Opus Dei se basa
recurrentemente en las verdades parciales o incompletas, en discursos retrógrados
y a menudo delictivos: ¿qué grado de credibilidad se le puede atribuir a esa institución?.
Doctor, Marqués, Prelado, Gran
Canciller y Santo: qué bonito hubiera quedado también lo de “obispo y mártir”,
pero se quedó solamente en ¡grado de tentativa heroica!
Manzano
Publicado el Wednesday, 09 April 2014
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