bastian :
Me ha parecido excelente la
panorámica histórica casi cinematográfica que nos presenta Alberto Moncada en
su escrito Opus
Dei latino del cinco de marzo. El Opus que él vivió ya no se parece al
que le cuentan, y aunque él lo silencia, de lo que fue el Opus Alberto Moncada
sabe bastante más que mucho: qué digan los peruanos quién parió la universidad
de Piura, por ejemplo. Y de Pamplona, igual y por duplicado.
Sin embargo, hay un aspecto del
análisis de Moncada que me parece incierto. Me refiero a la penetración actual
del Opus en el Vaticano, en la curia, en el gobierno de la Iglesia en diversos
niveles. Me parece haber entendido en el escrito de Alberto que el Opus ya no
tiene la situación prevalente que tenía anteriormente, y deduzco que se refiere
a la época de Juan Pablo II. Pero mi impresión no es esa. Creo más bien lo
contrario. Tengo mis razones para pensar que, siguiendo las directrices de D.
Álvaro, el gobierno de la Iglesia Católica está trufado, invadido, penetrado,
infectado, metastaseado por clérigos del Opus Dei, en su versión pata negra y
en la otra, la de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. No solo en Roma,
sino en los obispados de todo el mundo: no solo monseñores, obispos y
jerarquía, sino en curias, tribunales, dicasterios, oficinas y rincones con
olor a cera o al vil metal: de todo hay. Y el mérito, evidentemente, no es del
prelado actual, aunque sí de las cabezas excelentes que tiene a su alrededor y
que casi nadie conoce sus nombres fuera de los ambientes clericales romanos. Y
dedicados full time, desde hace años, a la coba, al proselitismo, al mamoneo
con monseñores y colegas, obispos, cardenales y sus especies, subespecies y
géneros.
Y sobre Papa Francisco, se corre por
el Opus Dei y sus aledaños, como en voz baja, pero sin pausa, que es un
ferviente devoto de san Josemaría. ¿Por qué? Porque cuando salió en la prensa
bonaerense la noticia de la canonización de Escribá el padre Jorge exclamó:
"¿Santo tú?, ¡demuéstramelo y sácame de aquí!". Por lo visto el
superior de los jesuitas lo había despachado aduciendo que no vivía el espíritu
de san Ignacio. Bueno, pues al día siguiente lo nombraron obispo y le dio un
corte de mangas al jefe. ¿Verdad', ¿mentira?, ¿exageración?, solo el papa lo puede
desmentir o afirmar, pero los del Opus ya hace tiempo que, para el exterior, lo
tienen "en nómina", a su favor, quiero decir. Y algo de cierto tiene
que haber cuando los nombramientos de clérigos del Opus y de la Sociedad
Sacerdotal de la Santa Cruz se están produciendo a velocidad de crucero con
viento de popa. Así, el duc in altum es coser y cantar.
Ahora bien, y en eso el Opus sigue
como siempre, aún no he oído que nadie del Opus, especialmente los curas en
homilías o prédicas, haya recomendado la lectura de la exhortación Evangelii
gaudium. ¡Qué burros son!
Bastian.
Publicado el Friday, 07 March 2014
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