Con respecto a esta Comisión de Protección al Menor que se ha conformado y puede ser de gran utilidad para los padres de familia cuyos hijos hayan sido captados (Atención papás, porque a esas chicas y chicos se les sigue diciendo que mantengan prudencia y esperen la mayoría de edad para decirles), debería conformarse otra para Mayores, ¿A qué me refiero? A todas esas personas que laboran en el gobierno interno de la Obra, Obras Corporativas como Colegios, Institutos, Casas de Convivencias y Retiros u Obras Personales (Colegios, Institutos, Asociaciones Civiles, etc.,) ya que cuando deciden salir de la Obra inmediatamente salen de sus trabajos.

Es decir, el Opus Dei predica algo que no cumple – para variar – respecto al carácter laico del trabajo profesional. Pregunto, ¿Acaso alguien que abandona la Obra no puede seguir buscando la santidad?, ¿Qué relación se establece entre vocación al Opus Dei y laborar en una Universidad Obra Corporativa, por ejemplo? Está claro que una persona que abandona la Obra no puede seguir en trabajos de gobierno pero estos trabajos tampoco son reconocidos como tales puesto que no merecen un salario, ni pensión, ni seguridad social… nada, ¡Y eso que en las charlas se nos dice que son “auténticos trabajos profesionales”!

Me da mucha pena y furia que, mientras España está pasando una de las mayores crisis económica en su historia, a estos fieles de la Obra que quieren salir se les condicione con la estabilidad en su trabajo profesional. Si bien Escrivá dejó todo por escrito, su ejemplo de vida y actuación de los mayores en la Obra han dejado una mezcla de mango con caldo de gallina en la interpretación del carisma fundacional y lo que fue aprobado por la Iglesia como Estatutos. Espero que la Santa Sede cree tal Comisión de defensa de los cristianos corrientes sobre los que se practica un auténtico “bullying” para retenerlos.

Para terminar, lo mismo les acontece a los fieles que viven según los Estatutos y no los manuales (Instrucciones, Glosas, Experiencias, Catecismo…) ya que son perseguidos por los Directores (ras) y Curas para que se comporten según su sagrada voluntad, hasta el punto de negarles la absolución en la Confesión Sacramental. Otra de las mezclas rarísimas de Escrivá y los primeros.

Nicanor Wong nicanor.wong@gmail.com