En el periódico La Razón de 3 de noviembre se publicó la noticia del fallecimiento de D. Tomás Gutiérrez, redactada sin duda por el órgano de propaganda de la institución a la que pertenecía, y al final dice el último párrafo:

"Vicario del Prelado del Opus Dei para España desde 1984 hasta noviembre de 2002, vivió con intensidad la conversión del Opus Dei en Prelatura Personal, en estrecho contacto con todos los obispos de España y desarrolló una amplia labor pastoral, dirigida en estos años a la dirección espiritual de cientos de personas".

Con todos mis respetos, la mala fe tiene un límite. Todavía se recuerda en el Vaticano la bronca que Juan Pablo II le echó al Cardenal Baio en agosto de 1982 porque a pesar de haberle dicho expresamente que consultara a los obispos españoles, porque éstos se lo pidieron, se limitó a anunciarles que se iba a erigir la Prelatura sin darles opción. Ese, y no la fotocopiadora, fue el motivo por el que se retrasó la noticia de agosto a noviembre. Por eso es indignante que ahora aprovechen el fallecimiento de D. Tomás para añadir la coletilla "en estrecho contacto con todos los obispos de España".

Todo, absolutamente todo, también los varios intentos de Escrivá por ser obispo –que están documentados– ya desde 1942, como se publicaba recientemente en un artículo de Claretianum, y en esta misma página web saldrá a la luz, antes o después: es cuestión de tiempo.

Sacarino