pepito :
La lectura de la última
contribución de Jaume describe muy bien, a mi parecer, el proceso de entusiasmo
(es decir, de “endiosamiento”) que fue la vida y carrera de nuestro santo
predilecto.
Al principio nos encontramos con un seminarista y
pronto joven sacerdote, lleno de inquietudes, que sobre todo hicieron de
él un culo inquieto donde los hubiera. Ello, sin perjuicio de que fuera
hombre de una sincera piedad, como yo creo que era. Andando el tiempo, sus barruntos
devienen en inspiraciones divinas y, a la postre, como Jaume bien dice,
en la autoconsideración de mensajero forzoso entre Dios y sus adeptos;
incluyendo entre éstos a quienes, quisieran o no, él les colocaba por las
buenas la famosa vocación, aunque,
y como aquí se ha dicho, fueran simplemente chicos de buen corazón
intimidados por el acoso de quienes iban a por ellos. Éstos, a su vez, cuando
lo hacían, se limitaban a ejercer con otros el mismo acoso que habían padecido
ellos; es decir, una especie de rito iniciático comparable al de las
tradicionales novatadas de los diversos centros de enseñanza.
Eso sí, la
novatada en este caso les salió muy cara a algunos de los pobres novatos.
Pepito
Publicado el Wednesday, 09 October 2013
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