Al ver el vídeo de una “hermana nuestra” planchando un mantel de oratorio,

me subió un calambre por la espalda. ¡Cuánto tiempo! Y todo sigue igual. Casi todos los plancheros son iguales: la mesa, el armario de detrás, el mantel verde para hacer contraste con el blanco, la bata blanca…. Sentí estar 30 años atrás. Qué inmensa pereza, por Dios!! Estos videos ahora no los colocan más que en lugares como ese, una asociación de sacerdotes, creo que era. Pero sigue siendo la realidad de todas las administraciones. La encargada de oratorio sigue tan laicamente dedicando horas a hacer las “formas”, a planchar manteles y lienzos, a purificar y tirar el agua a una maceta, a recortar velas, a limpiar los utensilios de plata del oratorio…

Aun hay muchas mujeres en el Opus Dei que de mujeres laicas en medio del mundo, nada de nada!!! Yo fui una de ellas unos años, y me hubiera ido de perlas acompañando a la bata blanca una toca en la cabeza. ¡Gracias a Dios nos fuimos!

Carmen Charo