Hola.

Quisiera exponer mi teoría sobre el opus dei. Esta perspectiva la hago en primer lugar como ejercicio para objetivar mi experiencia y también para responder a una duda que sobre la naturaleza del mismo un amigo, un día, me preguntó. Creo que lo que voy a decir es gracias a muchos escritos y testimonios que he leído en opuslibros, y a mi experiencia.

Un día, un amigo me preguntó con curiosidad: ¿Cuál es la finalidad del opus dei? En su momento no le pude responder, y ahora le diría que en cuanto que el opus dei es una agrupación de personas, en ese sentido tiene tantas finalidades como las propias de cada persona, en esa manera tan compleja en que vivimos. Pero en cuanto a institución, el opus dei tiene tres realidades, tres instancias, y de ahí tres finalidades, que de alguna manera viven al complementarse...

La primera realidad es la del “yo” de su fundador, que como se ha visto y estudiado, está matizada por un narcisismo. De ese “yo”, desde ese “yo”, para ese “yo”, se vive en el opus dei. Estruch, en su libro “Santos y pillos. El Opus Dei y sus paradojas” comenta, por ejemplo, la manera de edificar las residencias, que responden al deseo incumplido de estudiar arquitectura. En sus escritos Jaume comenta que algunas de las máximas espirituales de “Camino” son frases que el fundador se decía a sí mismo ante sus vivencias, escritas en sus “Catalinas”. La indiferencia a los sentimientos de las personas que dejan de participar en el opus dei es una señal del narcisista que lo da todo por el que trabaja para engrandecer ese ego, y nada para el que se sale de ahí. Gran parte de la vida será ver películas del fundador e invitar a muchos a que las vean. Leer las biografías es algo importante. Hablar del paso por los pirineos será motivo de ocasiones especiales.

La segunda realidad es la de sus residencias, que es como el esqueleto de la edificación del opus dei. La diferente clase de socios y sus tareas saldrán de ahí: para el funcionamiento de la residencia. Esa es una realidad muy material, muy tajante, con unas necesidades muy concretas, como la de dinero, y con una serie de trabajos por hacer. Es ahí en donde está marcada la diferencia de clases, aquellos que pagan por los servicios, a aquellos que trabajan para proveerlos. Las mujeres serán las que se dediquen al servicio y “no se necesita” que sean de otra manera que para las necesidades de la residencia. Se les darán cursos, pero propios a su tarea. Esa es una realidad muy cruel, obsesiva, pero a la residencia no le importa que la gente se dedique a otra cosa, sino a lo que necesita. Por eso el opus dei es una familia pobre, en el sentido de que siempre se dedica a edificar residencias que cuestan mucho dinero. Las personas residentes pertenecen a una élite social, y ahí se les animará por medio de pláticas, reuniones, a que vivan los valores del cristianismo. Esa realidad del opus dei nació antes de completarse con su tercera realidad, que es la de la santidad, La residencia nació en una época de propaganda, de conflicto, de ocultamiento, de consignas, y bajo esos valores se edificó: el eje de la acción que será la “pillería”, “la coacción” y “la intransigencia”. La necesidad de los sacerdotes me imagino proviene que cuando algún residente, al tener algún conflicto entre lo que se le pedía en la residencia y su manera de ser, y acudía con algún sacerdote externo, pues le decían que las cosas no tenían que ser necesariamente como se le pedía en la residencia. De ahí la necesidad de los sacerdotes propios, para que no se marchen los residentes, y para que las cosas sean al estilo que se les pide. Las residencias necesitan directores, sacerdotes, residentes, y personal de atención. Muchas de las vivencias de los socios del opus dei están enfocadas a darle vida a la residencia. Una válvula que deja que todo entre y que nada salga es la que la que se tiene para prosperar. De ahí el engaño que hace el opus dei de solicitar trabajadoras que reciben un salario mientras no sean del opus dei, pero que se les anima a pertenecer  para luego, ya dentro, trabajar y dar de su salario .

La tercera realidad es la de la santidad, que es un concepto que no existía en los primeros tiempos de la obra, y que se robaron. Se lo robaron porque nunca dieron cuenta de sus fuentes. Esa tercera realidad es la propia del opus dei en cuanto perteneciente a la Iglesia, pues es por la que es conocido, y tiene un papel dentro de ella. Pero el culto al “yo” del fundador y las necesidades tajantes de la residencia pueden más que ese deseo de santidad cristiana. Ya se ha dicho mucho en opuslibros aquello de que la vida de un numerario, numeraria, está llena de ocupaciones ajenas a su profesión, y propias de la residencia, como la de salir a captar personas, la de trabajar en algún colegio, la de dirigir una excursión de un club, u ocupar algún cargo de gobierno, haciendo de esa tarea su trabajo. Creo que hasta los sacerdotes son para las residencias. Los agregados, agregadas, serían personas que por querer ser santos hay que recibir, pero que no pueden pagar los servicios de la residencia, recibiendo pequeños servicios. Los supernumerarios serían quizá los que ya han hecho su vida de jóvenes, o los que no estén hechos para la vida de un residente.

El opus dei tiene también residencias de verano, con las mismas necesidades que las otras. Quizá los colegios y los clubes son una extensión de las mismas.

Yo creo que la vida de una persona del opus dei está muy marcada por la residencia, en la cual le hablarán del fundador, leerá sus máximas y las hará propias. Le contarán nuevas anécdotas, o las contará, con videos, fotos, y todo lo del fundador, inflando la burbuja.

Con esto quiero decir, el opus dei, como institución, tiene tres finalidades: inflar el “yo” del fundador, el dinero, y la eternidad, en tanto que nuevo grupo religioso, con matiz de secta, pues  como ya hemos visto, tanta loa a su fundado, y la manera de buscar y conservar a sus elementos, le han hecho ser una religión mental, de un pueblo de los santos, con escritos e interpretaciones adicionales al evangelio sobre la manera “propia” de vivir.

Las tres etapas se complementan, una muy de una persona, otra muy material, y otra sublime. De ahí el conflicto de saber ¿Qué es el opus dei? ¿Si se matizara una de las partes, sobreviviría?

Saludos, y gracias por la paciencia.

Paiquito