segundo :
Los santos están para iluminar un aspecto del evangelio. Su luz es
potente, nítida y conmovedora. Son la contracara de las estrellas que brillan
en la noche pero alumbran poco. Maximiliano Kolbe con un gesto nos enseñó lo
que es dar la vida por el prójimo. Teresa de Calcuta rescató la dignidad de la
condición humana degradada.
No sé si Del Portillo alcanzará el podio de la santidad; ello depende de
un trámite ante la burocracia vaticana. Lo que me resulta difícil es identificar
que aspecto del evangelio nos mostró su vida.
Durante su extenso mandato en la institución reemplazó el Evangelio por
los textos de Escrivá. El Fundador, nuestro padre, etc. fue impuesto con una
constancia y tenacidad irreductible. Del Evangelio poco y nada.
Consolidó el maltrato institucional del Opus a la conciencia cristiana
lo que fue la causa de tantas crisis religiosas, morales y psicológicas. Del
Portillo lo hizo.
Reescribió la historia del Opus y de Escrivá para dar una versión
perfumada y bien oliente. Ocultó documentación a la Iglesia y simuló. Fue
farragoso, complicado y controlador hasta el hartazgo.
Pese a los evidentes daños causados por Del Portillo en su ciega lealtad
a Escrivá la burocracia vaticana está en su derecho de incorporarlo a la nómina
de los santos. Será un santo doméstico; para uso interno de un Opus decadente y
envejecido.
Segundo
Publicado el Monday, 29 July 2013
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