tomasiano :
Estimada Calandria.
Primero déjame decirte que el tono soberbio de tu mensaje destila la falta de humildad y conexión humana que caracteriza especialmente a los miembros jóvenes y todavía ilusionados del Opus Dei, que hablan actúan como si todo lo supieran y estuvieran en posesión de la simple solución única a todos los problemas del mundo y las personas.
Déjame decirte que por diatribas por el estilo de la tuya, que escuché hace ya muchos años cuando era un estudiante de colegio del Opus, decidí alejarme de la obra aunque mis padres y mis hermanos pertenecen casi todos hasta la fecha. No pude tolerar la altanería, falta de criterio propio y la arbitrariedad disfrazada de "prudencia" y "delicadeza" que demostraban mis amigos numerarios, un poco mayores que yo, que dirigían las actividades a las que asistía. Tu tono me recuerda mucho al de ellos.
No te engañes creyendo que es imposible que al Opus Dei le jalen las orejas, ya que tienes que reconocer que como toda institución formada por seres humanos, es imperfecta y necesita corrección continua. Yo creo que al tiempo va a ser necesaria si quieren que sea una organización para la Iglesia por un tiempo largo. La sola mención del Espíritu Santo no es suficiente. Las reglas de una organización humana aplican también.
De hecho, al ver lo que les ha pasado a los Legionarios, debían ustedes de poner su barba a remojar ya que estoy seguro que no quieren ser exhibidos ante la Iglesia. También tienen sus esqueletos en el clóset, aunque sean de una naturaleza diferente y de una gravedad distinta, no cabe duda que han hecho daño a muchas personas, incluyendo a muchos, muchísimos conocidos míos a los que literalmente les han cerrado la puerta en la nariz y/o dejadon en la calle sin un centavo cuando han decidido dejar de pertenecer o frecuentar al Opus. O gran traición.
No debe ser el Opus una "iglesia dentro de la Iglesia" regida por sus propias normas, alabando de dientes para afuera al Papa mientras niegan todas las enseñanzas sociales y prefieren enclaustrarse repitiendo palabras como pericos, antes que codearse con un amigo o hermano divorciado o gay, una hija embarazada antes de tiempo, o alguien que no vaya a misa los domingos, etc. etc.
No es que crea que esas cosas están bien, pero estas personas son seres humanos que siguen siendo mis amigos, mis primos, mi familia, y los sigo queriendo y tratando, predicando como puedo con el ejemplo, aceptando sus tragedias personales y acercándolos un poco a Dios dentro de mis posibilidades y las de sus diversas condiciones.
Las palabras del Papa jesuita, deben resonar ahora en sus oidos y no solo abrir la puerta, sino que deben salir ustedes de sus casas de piso encerado y ensuciarse un poco las manos para que conozcan la realidad de la condición humana más pedestre y callejera, que son personas buenas de verdad que necesitan todo el apoyo y comprensión. Aunque en algunas cosas piensen diferente.
El mundo no necesita sermoncitos ridículos y soberbios, que no convencen a nadie la verdad. La mayoría de los que escribimos aquí ya pasamos por esa etapa y hemos visto el lado oscuro de la forma de actuar institucionalizada en el Opus y somos ya inmunes al sonsonete de esas palabras llenas de desprecio y veneno.
Con todo cariño, espero que te dignes leer mis palabras y hagan aunque sea un poquito de mella en ti y tu forma de ver el mundo y a las personas.
Tomasiano.
Publicado el Monday, 29 July 2013
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