josef knech :
En
la
entrega nº 9, Jaume comenta que Escrivá inició antes de 1946 gestiones
para ser nombrado obispo, en concreto, Vicario General Castrense (esta
afirmación de Jaume concuerda con el
artículo de Guillaume del 28.09.2012). Por eso, me atrevo a concluir
que el viaje de Escrivá a Roma en 1946 no sólo tuvo como finalidad la cuestión
jurídica del Opus Dei, es decir, las gestiones previas para su aprobación como
instituto secular, sino también impulsar su posible nombramiento episcopal, que
se estaba gestando desde España, más exactamente, desde el Gobierno de Franco.
En
mi opinión, la aportación novedosa de la entrega
nº 9 de Jaume ha sido la doble finalidad de aquel viaje de Escrivá y de
la larga estancia de Álvaro del Portillo y de Salvador Canals en Roma: resolver
la cuestión jurídica del Opus Dei y –esta ha sido la novedad, insisto–
presionar en Roma, no sólo desde España, para que Escrivá fuera nombrado
obispo.
La
versión oficial del Opus Dei oculta mucha información acerca de su período
fundacional. Los afanes y las gestiones de Escrivá en pro de su episcopado, así
como la frustración del proyecto, se omiten por completo en esa versión
oficial. Por cierto, sería interesante saber por cuáles razones finalmente no
lo nombraron obispo; Guillaume apunta algunos datos en su artículo.
Por
otra parte, ¿qué hubiera sido del Opus Dei si su fundador hubiera sido nombrado
obispo en aquellas fechas, años 40 y 50 del siglo XX? ¿Acaso no es algo
incompatible fundar una institución, portadora de un carisma tan novedoso –
“novedoso” según la versión oficial–, y a la vez pretender ser obispo de una
diócesis? (Otra situación es ser obispo diocesano y, a la vez, fundador de una
orden religiosa o un movimiento dotado de un carisma tradicional y conocido,
pues ese doble trabajo es más fácil de gestionar en atención a lo “conocido”
del carisma). Si Escrivá estaba tan entregado a cumplir una difícil voluntad de
Dios fundando una institución pionera e innovadora en el apostolado laical,
¿por qué quería ser también obispo diocesano? Ya sé que para responder a estas
preguntas habría que hacer “historia-ficción”; pero tiene sentido planteárselas
porque la versión oficial de la prelatura, además de omitir las aspiraciones de
Escrivá al episcopado, insiste repetidamente en que el fundador estaba volcado
de lleno en el Opus Dei y en que no tenía más afanes que el de cumplir esa
voluntad divina.
Y,
por último, la pregunta clave es por qué quería ser obispo o, formulada de otro
modo: ¿qué había en la cabeza y en el corazón de Escrivá cuando, mientras
fundaba una institución tan “novedosa”, aspiraba al mismo tiempo al episcopado?
Josef
Knecht
Publicado el Wednesday, 05 June 2013
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