BDM :
Es una
expresión relativamente frecuente entre numerarios cuando mencionan a otro
habitante de su centro:
“Fui con uno de mi casa...”
“Sí, vino ella con una de su casa...”
“Pues uno de mi casa que ha estado en...”
Es verdad que
suele usarse una expresión similar cuando se habla, por ejemplo, de:
“Uno de mi pueblo me dijo...”
“Una de la fábrica le acompañó...”
“Y habló con uno del cuartel...”
Incluso hay
ejemplos más populares, como el de la conocida canción de Serrat:
“Uno de mi calle me ha dicho/ que tiene un amigo que
dice...”
Pero la verdad
es que nunca he oído a nadie emplear esta expresión para referirse a alguien de
la propia familia.
Por el
contrario, lo verdaderamente característico del ámbito familiar es siempre el
nombre propio, el apelativo cariñoso o, cuando menos, una referencia que no
deje lugar a dudas respecto a la identidad de la persona:
“Vino con papá...”
“Estuvieron Pili y Paco...”
“Ya me dijo mi hermano César que habías aprobado...”
El “uno de mi
casa” es, probablemente, el precipitado verbal de dos rasgos característicos de
la institución: de un lado, la despersonalización y la permanente
intercambiabilidad de los miembros; de otro, la pretendida configuración
familiar del conjunto. Como es natural, ambos se excluyen y de ahí lo fallido
de la expresión, que vale por todo un tratado.
Bdm
Publicado el Monday, 13 May 2013
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