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 Correos: Expertos en Derecho Canónico y cadena Dial.- BenedictoIII

010. Testimonios
benedictoIII :

Muy buenas a todos. Espero que todo vaya bien por aquí.

El martes tuve la extraña oportunidad de quedarme sin mi emisora habitual mientras viajaba (normalmente es SER o RNE) y la radio del coche sintonizó automáticamente la emisora "cadena DIAL". Curiosamente existe un programa de radio a la hora de dormir (aunque ese día tuve que estar viajando) al estilo de llamadas sobre asuntos sentimentales, y en el preciso momento en que mi radio la sintonizó, oí a una chica hablar sobre la Iglesia y la decepción con una persona que ha optado por abandonarla. Como no sabía por dónde habían ido los tiros, me decidí a seguir escuchando el programa.

Aquí es donde viene lo interesante, mantuvieron tres o cuatro frases los presentadores hasta que entró una llamada de una mujer para hablar del tema. Esta mujer, con el típico camuflaje al que nos tienen acostumbrados, se presentó como simple "creyente" y comenzó a hablar a favor de la Iglesia. Su comienzo fue presentarse como licenciada en derecho y en derecho canónico por la Universidad de Navarra. A partir de aquí uno sospecha en grado máximo y atiende al programa a cada palabra para disfrutar con lo que se va a exponer...



Empezó dando su "clase de derecho" con un nivel bastante escaso de sacramentología, puesto que confundió el sacerdocio en sus tres grados, con la misión y el oficio. Me explico brevemente, dijo que existían tres grados en el sacerdocio: sacerdote, obispo y papa (sic), cuando cualquier hombre o mujer cristiano sabe que la diaconía es el primero, y que el papado no es un grado, es un episcopado en Roma, que como dijo el papa Francisco "preside a los demás en la caridad". Con ello dijo, o espetó, que es lo mismo pero con diversas funciones, de manera que la distinción es solo el lugar de trabajo (ignorando la consagración necesaria para ser obispo). De esta manera, su licenciatura en derecho, quedó bien vista por ignorantes, pero para los que sabemos un poquito, quedó clara que es de esos títulos que revisten a sacerdotes y miembros de la obra, un gran traje, que costó mucho dinero, pero que solo recubre a sus personas, pero no las ha formado.

Continuando con su exposición, hacía la buena mujer una exposición hablando, de manera muy opusina, de las "manos consagradas", de que esas manos del cura "han sido ungidas"... En definitiva, aquellos miedos que se infunden en la secta para que las mujeres sientan miedo por acercarse a sacerdotes, insistiendo en que no aman como aman los demás. Lo curioso es que las formas eclesiales sí tienen salida para estos tipos de amores. Los sacerdotes pueden ser casados, como los obispos en las cartas pastorales de San Pablo, en todas las iglesias católicas menos en la romana, y en la romana si quieren casarse, tienen que renunciar a ejercer su ministerio. Esto, gracias a Dios, sí lo describió bien, pero con matices posteriores erróneos.

Cuando la conversación toma su punto más opusino y atroz, es cuando esta mujer se dedicó a hacer una apología opusina oculta sin tener idea de lo que decía (que para quien presume de licenciatura en derecho es más grave). Afirmó la mujer que "nuestro papa Benedicto XVI", que será el suyo, porque el mío hoy es Francisco, ha trabajado y trabaja para acabar con esto y se ha esforzado muchísimo (!). La realidad: Benedicto XVI ha acelerado la burocracia para que aquel cura que quiera secularizarse (dejar de ejercer y poder casarse) tenga mucha más facilidad, y así no prolongar una situación dolorosa. Pero, amigos, aquí no acabó su enseñanza, la buena mujer dijo que Benedicto XVI quiere acabar con las dobles vidas y por eso ha decretado TOLERANCIA CERO CON ESTAS PERSONAS (!!!!!!). La realidad: efectivamente esa frase, o esas dos palabras, se han utilizado mucho, pero con pederastas. El problema es que esta mujer estaba hablando de una relación sentimental adulta. ¿Qué ocurre? Que el opus demoniza tanto la sexualidad, que ni una de sus licenciadas es capaz de diferenciar la tolerancia cero con un pederasta y la apertura de Benedicto con los casos de sacerdotes realmente enamorados. Lo más gracioso es que al hacerlo, parece manifestar la ausencia de diferenciación entre pedofilia, pederastia y sexo adulto. Y eso, más que un error canónico, es un error moral grave.

Por último, y por si no estaba el oyente (accidental) todavía suficientemente escandalizado por la manifiesta ignorancia de la mujer que llamó, haciendo un nuevo alarde de ignorancia, la mujer dijo que "el cura está fuera de la Iglesia al irse con una mujer, porque ha incurrido en excomunión latae sententiae". Para los que no saben de derecho, la mujer explicó esa pena, y yo la expongo ahora sin problemas; la excomunión es automática, no necesita juicio y solo la levanta un obispo o sacerdotes con licencia para ello. Pero ¿es eso real? ¡No! La excomunión que tanto gusta a la secta, no se da por una caída, un pecado o una situación irregular. La excomunión latae sententiae se reserva a: 1. Asesinato del Romano Pontífice (si matas a un obispo no estás excomulgado). 2. Violación del secreto sacramental (solo para curas que confiesan y luego dicen los pecados). 3. Profanación de especies eucarísticas (tampoco es el caso). 4. Aborto (no era el caso).

Expuesto lo dicho, mi pregunta es ¿Cómo es posible que alguien quiera, en virtud de su licenciatura en supuesto derecho canónico, imponer la pena reservada a quien mata al papa, aborta o viola el secreto sacramental, cuando cualquiera sabe que, sin ser habitual, es algo real y no es terrible? Pues bien, estuve tentado de llamar para decir en antena que la mujer se equivocaba de cabo a rabo, pero no tenía ganas de fomentar el morbo en el programa, al fin y al cabo, es el típico programa rosa de contar rollos y hablar de intimidades, con lo que cuanto menos se azuce el fuego, mejor.

Antes de que la rabia por la auto-otorgada capacidad para sentenciar que tienen los opusinos me llevase a tener un accidente, cambié de emisora, con la alegría de encontrarme en un punto donde pude resintonizar RNE. Antes de ello, la mujer puntualizó que no era monja, "ni de la prelatura". Habló de que tenía sacerdotes muy amigos pero que no pasaba de ser una amistad de hermanos, y sentenció que "entre santo y santa, pared de cal y canto (sí, rima si alteras los géneros, pero lo dijo así)". Como siempre, dando la puntilla, poniéndose de expertos y metiendo la pata.

Curiosamente, esta forma de sentenciar y dar la puntilla desde una supuesta (que no real) experiencia y títulos, es algo habitual. Hace poco tuve la oportunidad de disfrutar con este vídeo (si alguien quiere verlo, advierto que está desfasado el audio y el vídeo). Pues con la clásica nostalgia por tiempos pretéritos, descubro a un sacerdote dando un discurso por su cuenta y riesgo, pero erigiéndose en portavoz de una Iglesia que ni comparte su opinión entera, ni se ve representada en su totalitarismo e integrismo. Me limitaré a decir a lo que expone este sacerdote en el minuto 5, que precisamente lo positivo de la Iglesia es la aceptación del matrimonio civil, tanto como posibilidad matrimonial por bien de amos (en caso de credos distintos para no molestar a la familia no católica), como cuando dos casados civilmente se bautizan (no tienen que re-casarse). A la hora de exponer sus formas y métodos son igual, "un grupo de expertos", "varios estudios avalan" y a partir de allí, lo que han escrito cuatro del opus es dogma, sus títulos comprados son aval, sus posturas radicales son ciertas y la exposición de ellas, por revestirse de buenas formas, se hace indiscutible.

En fin, un consejo, no pongáis cadena dial, pero si la ponéis y escucháis algo tan horrible como lo que yo me encontré, no lo dejéis entrar en la cabeza, solo conseguiréis enfadaros tanto como yo lo estoy ahora. Dicho lo cual, me alegro de volver a escribiros, la secta no deja de darme motivos.

BenedictoIII




Publicado el Friday, 10 May 2013



 
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