Un Papa argentino. Más que la nacionalidad en sí me llama la atención que es un Papa que habla y piensa en español. No es en absoluto descartable que más de una vez haya entrado en Opuslibros para conocer la versión no oficial sobre la Obra, una institución que le debe ser muy familiar… lo que no quiere decir necesariamente grata. 

Un Papa jesuita. No para de martillearme la expresión “los de siempre” como frase despectiva de Escrivá y demás mandatarios de la Obra para referirse a los jesuitas, por supuestos agravios e incomprensiones; o sea, por impedir que el Opus Dei se saliera en todas las ocasiones con la suya. Pues “los de siempre” ocupan ahora el papado. 

Un Papa llamado Francisco: toda una declaración de intenciones. Recuperar el espíritu evangélico, atención a los humildes y necesitados y huir de todo boato y artificio. No parece que sea precisamente la línea que ha venido siguiendo la Prelatura.

Jiménez