Estimada Calandria:

He leído algunos de tus últimos correos. Tu frivolidad para juzgar los hechos me empuja auténticamente, a darte mi punto de vista, como alguien que no habla de oídas (como tampoco los que escriben usualmente en esta página) y que estuvo en el opus casi 28 años.

En uno de tus últimos artículos defiendes la posibilidad de que los adolescentes de 14 años se incorporen -parcialmente- a la obra. Recuerdo que allá en el año 81 cuando me incorporé a la opus hicimos nuestra convivencia especial algo así como 15 o 20 numerarios (aún no había adscritos). De ellos, dos o tres íbamos terminado la carrera y casi todos los demás fluctuaba su edad entre 14 y 16 años. De todos esos numerarios con menos de quince años no queda ni uno, y de los ya un poco mayores quedan dos. Uno había estudiado una carrera de ciencias, fue a Roma no se ordenó y ahora se dedica a dar clases de moral en una obra corporativa. El otro no sé qué carrera estudió, nunca ejerció y se dedica a labores internas. ¿Eso es lo que llaman santidad en medio del mundo?, ¿De veras vale la pena engañar a los adolescentes y decirles que van a santificar el mundo cuando acabarán dando clases de catecismo?, ¿de veras vale le pena forzar a las familias de estos niños y luego que terminen dejando la obra, lastimados contra la obra y contra la iglesia porque se forzaron las cosas para que pitaran?

Por otro lado dices que lo que aquí se publica es todo exagerado. ¿Exagerado? me pregunto yo. Te puedo contar mi experiencia: en la obra corporativa donde trabajaba, me trataron con la punta del pie, me armaron escándalos y salí de ahí en medio de una campaña de calumnias e insultos que hicieron dos numerarios que son los directivos de esa institución. Nunca estuve en mal plan, ni mucho menos grosero, ni siquiera respondón, mi trabajo lo cumplía y hasta trabajaba horas extra. No me animo aún a escribir toda mi historia de grandes problemas que viví en el opus porque aún hay antiguos amigos míos que trabajan en obras corporativas y si se publica mi caso acabarían también por ponerlos en la misma tesitura que a mí.

Yo recuerdo que cuando estaba por irme de la obra uno de los directores me decía algo similar a tu argumento. Cuando le narraba por todas las que yo había pasado, me decía: "De veras que yo he vivido otro opus dei…. no sé cómo te han pasado tantas cosas…". Perdón que te lo diga así, pero de veras que no puedes ser tan ingenua: muchos, muchos, la mayoría que hemos salido de ahí tenemos historias más o menos por el estilo. Afortunadamente no todos, pero de veras que con casi todos los ex-miembros que platico tienen historias negras qué contar del opus. Cuando el río suena, agua lleva, y algo anda muy mal en el opus cuando tantos que nos hemos ido, hemos sufrido así represiones, calumnias, etc.

Como sigo siendo hombre relacionado con instituciones en la Iglesia, comparo los ex-numerarios con otros ex-religiosos (el opus dei es prácticamente una orden religiosa, aunque eso es tema de otra carta), allá es al contrario la mayoría hablan bien de su institución, han salido con pocos problemas y recuerdan con cariño a su antigua institución, que entre otras cosas los apoyó a su salida. Todo lo contrario en el opus dei, muy pocos hablan con cariño de ella, hasta ahora no he encontrado ningún ex que abiertamente la defienda, (supongo que haya algunos pocos por ahí) y si conozco muchos que se quejan de sus malos tratos.

Y ya que tú misma mencionas en tu carta la observación de que el opus se está desmoronando, yo efectivamente no creo que esté ya desmoronado, pero sí lo veo con grandes carencias y problemas, lo veo con muchos de sus miembros que siguen pero a disgusto, veo muchas deserciones y ya pocos ingresos, veo a los directivos construyendo mansiones lujosas donde ellos viven, mientras a otros -en especial a las numerarias auxiliares- las explotan y las hacen trabajar como esclavas; veo al opus como la estatua de cabeza de oro y pies de barro. Un buen día se vendrá toda abajo. Me da pena porque una institución que pudo apoyar mucho a la iglesia ahora hace ya muy poco por ella…. No está desmoronada, pero sí está cayendo en picada por falta de sentido común y cerrazón de sus directivos.

Créeme que todo esto lo digo con el afán de que los directivos del opus sientan la pulla y cambien. Ojalá así fuera.

Un saludo para ti y para todos los amigos de Opuslibros.

JoséCervantes