Querido Otaluto:

No te cambies a mi bando, de momento, porque yo no sé si me cambiaré al tuyo. Incluso es posible que ya nos hayamos encontrado en un punto medio entre lo que tú crees que es mi bando y lo que yo creo que es el tuyo. Me pasa como a ti, cuando me entra la tentación de cambiarme, al poco tiempo me digo, quieto, león, adonde vas tan rápido. De todas formas, prefiero pensar que no tengo una postura fija, que soy una especie de peregrino que va buscando la verdad.

Muchas gracias por tus amables palabras. Cumplí la penitencia que ofrecí a Antiguo.

Ofrezco volver a leer la Humanae Vitae, porque la última vez fue en el lado oscuro, con todas las lentes que uno llevaba en aquel lugar. Trataré de leerla con mente abierta. Sobre la calidad personal de sus autores, no tengo motivos para pensar que fueran unos malvados, probablemente  lo hicieron con su mejor buena voluntad presionados o influidos por siglos de tradición de gobernar ignorando las necesidades de la gente. De lo que estoy seguro es  que ellos solo tienen una experiencia teórica de lo difícil que es sacar adelante una familia en estos tiempos, lo de siete hijos no quiero ni imaginármelo, me dan escalofríos. Es muy fácil predicar moral cuando no te afecta personalmente, igual que debe ser muy bonito dar arengas a los soldados y quedarse en la retaguardia y luego ni siquiera ir a visitar a los heridos.

Ahora te cuento un chiste que me ha encantado y está relacionado con lo que hablábamos sobre las ciencias.

En una tribu de indios el jefe era el encargado de hacer una previsión sobre el clima del siguiente invierno. El viejo jefe se había muerto y trajeron a su hijo de la universidad para que se hiciera cargo de la tribu. Los indios vinieron a preguntarle cómo iba a ser el siguiente invierno y el pobre no tenía ni idea sobre los métodos que usaron sus antecesores para hacer semejante predicción, sin embargo yendo a por lo seguro les dijo que iba a ser frio y que sería mejor que tuvieran reservas extra de leña. A los pocos días llamó al servicio meteorológico para preguntarles cómo iba a ser el invierno y le respondieron que el pronóstico era de bastante frio. Entonces consideró prudente llamar a su gente para decirles que juntaran más leña. Volvió a llamar al servicio meteorológico confiando en la ciencia, y estos le dijeron que el invierno iba a ser extraordinariamente frio. Volvió a reunir a su tribu y les dijo que sabía que el invierno iba a ser extraordinariamente frio. Pasaron unos días y volvió a consultar al servicio meteorológico y le dijeron que la predicciones eran que iba a ser el peor invierno en los últimos cien años. Volvió a sus indios a decirles lo que sabía y que hicieran mayores reservas de combustible. Volvió a llamar a los científicos y estos le dijeron que el invierno se preveía de un nivel catastrófico como jamás se había visto nada igual. Entonces el jefe indio les preguntó como podían saber eso. Y los del servicio meteorológico le respondieron que porque los indios estaban recogiendo leña como locos, como nunca antes lo habían hecho.

Creo, Otaluto, que nuestro problema ha sido el lado oscuro, sin dudas, pero ha sido también la oportunidad de que conozca a gente estupenda como tú.

Un abrazo muy grande y feliz Navidad.

Dionisio