Querido Ramón:

Comento a continuación tu escrito del 5.12.2012.

Era mi intención responder a Ana Azanza a su pregunta (3.12.2012) sobre los evangelios canónicos y apócrifos, pero veo que tus explicaciones son correctas, y me has ahorrado el trabajo.

Lo que hoy quería comentarte es que tengo clara la distinción entre la Iglesia Católica y el cristianismo. Por supuesto que no son conceptos sinónimos: ¡faltaría más! En este sentido, ha venido muy bien el artículo de Rescatado (3.12.2012), en el que afirma: Uno de mis teólogos preferidos es el norteamericano Avery Dulles, especialmente por sus trabajos sobre “modelos de iglesia”, “modelos de Revelación”, etcétera. Casi siempre que se hace referencia a la Iglesia –y especialmente en esta web– se presupone casi sólo el modelo de “Iglesia Institución”. Muy pocas veces desde el punto de vista de otros “modelos” de Iglesia según Dulles: “Iglesia como comunión mística”, “Iglesia como mensajera”, “Iglesia como sacramento”, “Iglesia servidora o humanizadora”. Cuando hablo de “Iglesia” (concepto teológico), aun sabiendo que no se identifica con “cristianismo” (concepto sociológico-cultural), empleo la palabra en su sentido más amplio. Un gracioso refrán dice: “también el tamborilero es tropa”, no sólo Napoleón. Pues bien, la Iglesia Católica no sólo es su jerarquía institucional; también los “tamborileros” son Iglesia. En realidad, Ramón, en tus escritos también te refieres la Iglesia de esa manera.

Mi reflexión es que, llevados por el fragor de la discusión, a veces disentimos en puntos secundarios con los que en realidad estamos más de acuerdo de lo que a primera vista pudiera parecer; incluso estamos del todo de acuerdo, como en este caso. Aunque la jerarquía eclesiástica ha sido, como dices en tu escrito, lenta en aplicar principios sociales y muchas veces conservadora y retrógrada, sin embargo no se puede negar que la influencia de la Iglesia, en el sentido amplio de la palabra que abarca todos sus modelos y personas (Iglesia como “mensajera” y portadora del Evangelio, Iglesia “humanizadora”, Iglesia “comunión mística”, etc.), ha sido decisiva, como apunté en mi escrito del 3.12.2012, en la configuración de la cultura occidental: dignidad de la persona, derechos humanos, ...

Un cordial abrazo

Josef Knecht