El aire limpio y el agua clara
Segundo, 23/11/2012

Felizmente ha llegado la Asamblea General Ordinaria correspondiente a la región de España. Mi agradecimiento a Necesitado por habernos recordado un evento tan esperado como inspirador.

Asimismo es de agradecer la información acerca de los minuciosos formalismos que se deben cumplir para emitir una opinión válida de modo que la misma ingrese en el procedimiento interno previsto.

Es necesario recordar que la gente de la Obra está en el mundo y no por cierto en la periferia sino en “medio del mundo” más allá de la vaguedad del término “mundo” en la literatura interna de la institución.

Como ciudadanos corrientes que son frente al Estado (en la Iglesia Católica revisten el carácter de religiosos, laicos-consagrados, laicos con “compromisos” analogables a votos, etc.)  emplean los medios que brinda la tecnología de modo libre y responsable sabiendo que son un instrumento de alto valor apostólico. Me refiero particularmente a Internet, Facebook, Twiter, etc.

En este contexto, la Comisión Regional Española quizás debería considerar la existencia de estos avances, que ni siquiera el propio Escrivá en sus múltiples visiones pudo predecir, a fin modificar el protocolo de las comunicaciones para esta Asamblea General Ordinaria.

Como se sabe el Fundador era amigo de la libertad (se autocalificaba como el “último romántico”) y amaba de modo particular el “aire limpio y el agua clara”. Cuando hacía estas afirmaciones se expresaba en lenguaje metafórico pero todos sabíamos que en boca de Escrivá, sus expresiones se traducían en reglas imperativas. Cuando se reflexiona sobre estas consideraciones el protocolo que nos facilitó Necesitado luce claramente anticuado; parece algo raro de gente rara.

Parece razonable, entonces, que la Comisión Regional Española proceda a la apertura de varias direcciones de correos electrónicos donde los fieles de la Prelatura puedan enviar sus sugerencias y opiniones.

Para garantizar esa libertad tan amada por el Fundador basta que se identifiquen con un “nick”. El propio Escrivá firmaba sus cartas bajo el pseudónimo de “Mariano”; un antecedente que no puede tomarse a la ligera.

Hay otro elemento que no debe olvidarse. Siguiendo la doctrina del actual Prelado los consejos locales no son órganos de gobierno de modo que carecen de competencia en asuntos de gobierno, por tanto nada tienen que hacer en la Asamblea General Ordinaria.

Es cierto que los correos electrónicos se pueden enviar a las delegaciones pero desde luego detrás de los mismos, hay personas con inquietudes y problemas de modo que no es necesario tanto laberinto burocrático.

En cuanto a la debida reserva de las direcciones nada hay que temer respecto de intromisiones de terceros por cuanto la Obra confía plenamente en sus hijas e hijos. No hay, entonces, riesgo alguno que esos correos electrónicos lleguen a manos de personas ajenas a esa familia de vínculos sobrenaturales.

Finalmente, si la Comisión Regional de España rechazara de plano este acto de confianza en los fieles de la Prelatura, cabe otra alternativa.

La web, ésta web, abrirá un sitio exclusivo para los fieles de la Prelatura que quieran opinar sobre el estado de la institución con la máxima libertad. Receptadas sus opiniones y sugerencia durante el año 2013 conjuntamente con las conclusiones del Congreso General. la web dará a conocer las opiniones recabadas sobre el estado de la Prelatura en España.

El cotejo de opiniones no dudo que será sincero, constructivo y enriquecedor de modo que se pueda afirmar que en la institución, al menos en España, se respira aire limpio y se bebe agua clara.

Segundo